Sigue el reclamo por la poda: ahora, de los jacarandás de diagonal 73

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La poda llegó a los jacarandás de diagonal 73 y en el vecindario levantaron su voz para remarcar que a los operarios se les fue la mano con la motosierra.

Es que para algunos vecinos y comerciantes de la diagonal, esos árboles imprimen un sello característico a la zona y temen que los ejemplares sufran las consecuencias de una poda a la que calificaron como excesiva.

En el medio de la bronca que desató observar ejemplares “mutilados” y parvas de ramas que no se veían en malas condiciones, muchos vecinos destacaron que habría que haber preservado a los árboles más jóvenes.

El tramo sobre el que se trabajó ayer fue la diagonal, desde calle 14 hasta avenida 19.

Tal como viene sucediendo en otras calles de la Ciudad, en esta oportunidad fue el turno de los emblemáticos jacarandás.

Indignados, varios frentistas compartieron imágenes de cómo quedaron las cuadras tras la tala.

Los árboles de gran tamaño fueron cortados durante las horas de la mañana hasta el mediodía.

“El Municipio sigue destruyendo el patrimonio forestal”, explicó indignado un vecino.

En tanto, el vecino Néstor Melendi aseguró: “La poda que se le puede hacer a un jacarandá debe ser muy ligera, eliminando algunos chupones, ramas muertas o enfermas, mal situadas, etc.”.

Según sostuvo, se debe evitar que la poda perjudique la floración. “A los jacarandás jóvenes se les debe eliminar los botones florales para que no produzcan frutos, con el consiguiente desgaste energético”, dijo Melendi.

Desde que comenzó la poda se alzaron varias voces a favor de la preservación del patrimonio forestal. Entre esas, la del Foro en Defensa del Árbol.

Incluso, desde algunos sectores se analizó la posibilidad de presentar una medida cautelar para evitar que el Municipio continúe con su plan de poda.

También, desde el Foro (que busca la protección del arbolado público) se indicó que las acciones deben ser controladas y luego complementarse con políticas de arbolado público para reemplazar las especies que se fueron perdiendo.

“No se trata de arrasar con todo, sino de observar cada ejemplar y establecer el que necesita podas y el que no. En muchas cuadras es como si hubiera pasado una plaga”, dijo Esteban, vecino de calle 18 donde la poda se realizó la semana pasada.

También se solicitó que el Municipio retire las ramas que se encuentran apiladas en las veredas porque en caso de llover pueden taparse los desagües.

 

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