Advierten por las consecuencias de la poda indiscriminada
Edición Impresa | 29 de Julio de 2022 | 02:59

La polémica en torno a la campaña de poda de árboles en la Ciudad continuó ayer con la advertencia de ambientalistas por los riesgos a los que quedan expuestos los ejemplares que fueron intervenidos más de lo aconsejable, que van desde una posible enfermedad de la planta a las consecuencias para las personas y los efectos en el clima local.
Desde el Foro en Defensa del Árbol, entidad local que nació a partir de las polémicas suscitadas en torno al arbolado público, consideraron ayer que es incalculable la cantidad de ejemplares que fueron intervenidos en la campaña iniciada por el Municipio en los últimos dos meses. Sin embargo, estiman que son “miles”, dado que hay, en promedio, unos 20 árboles por cuadra.
La entidad celebró que la justicia Contenciosa haya abierto la feria judicial para hacer lugar a un planteo de incumplimiento de la precautelar que frena el avance de la poda. Pero remarcó la importancia de frenar con esa modalidad de intervención del arbolado.
Andrea Suárez Córica, una de sus integrantes, remarcó que el grupo no está en contra de la poda cuando ésta es controlada y obedece a un obstáculo o situación de una planta que interfiera con el funcionamiento urbano. Sin embargo, advirtió que “lo que vino haciendo la gestión municipal es una intervención indiscriminada de todos los ejemplares, representando una mala praxis con consecuencias irreversibles para el arbolado”.
E indicó que, cuando un árbol es podado en ramas de más de 10 centímetros de diámetro, tiene dificultades para compartimentar el área dañada, por donde pueden ingresar patógenos que inicien un proceso de pudrición. “Creen que se corta una rama y no pasa nada”, se quejó.
En la misma línea, el ingeniero agrónomo Lisandro De Antueno coincidió en que la poda debe hacerse en situaciones puntuales que apunten a la convivencia entre la planta y su contexto urbano. Pero remarcó que intervenciones indiscriminadas “desequilibran la planta, la hacen perder follaje y dañan el metabolismo y vitalidad de la planta”, al tiempo que la dejan vulnerable a la exposición del viento.
Tanto De Antueno como Suárez Córica citaron la ley provincial de protección forestal 12.276, la que establece que queda prohibida la poda, salvo excepciones en ejemplares puntuales, que estén interfiriendo con el mobiliario urbano (luminarias, cámaras, cableados, etc). “Por eso fuimos a Justicia y se dictó una precautelar”, añadieron, al tiempo que lamentaron que “el Municipio haya encomendado para esa tarea a una empresa sin idoneidad, en el marco de un plan sistemático con consecuencias gravísimas”.
Se refieren a la contratación por parte de la Comuna de la cooperativa “El gran mono”, a cargo de las podas que se realizaron en plazas y en los árboles de las aceras de distintos barrios de la Ciudad. La entidad está liderada por Juan Pablo Alonso, quien suele reunirse con el grupo motoquero autodenominado “Los Lobos”, en 13 y 528, y cuyos miembros están vinculados a líderes de la hinchada de Gimnasia, como MB y uno con sobrenombre curioso, a quienes conoce el secretario de Gobierno municipal, Marcelo “Chubi” Leguizamón. El grupo ha estado siempre vinculado a funcionarios municipales de diferentes administraciones.
Ayer este diario consultó al Municipio por los detalles de esta contratación, aunque al cierre de esta edición no había tenido una respuesta al respecto.
El concejal del Frente de Todos Guillermo Escudero se hizo eco de la cuestión y presentó en el deliberativo local un pedido de informes para que el Ejecutivo, puntualmente la secretaría de Espacios Públicos que conduce José Etchart, dé cuenta del sistema de inspección de las podas que viene realizando la empresa tercerizada, ante “la falta de respeto al patrimonio arbóreo de la Ciudad y a la legislación”.
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