Punto valioso para seguir en la pelea y para olvidar lo de Chaco

Por MARTÍN MENDINUETA

@firmamendinueta

Más allá de merodear los extremos resultadistas, Gimnasia salió indemne de El Fortín de Liniers porque supo aguantar la búsqueda constante, pero no siempre efectiva de quien es semifinalista de la Copa Libertadores.

Con un retoque puntual de Gorosito para tener mayor equilibrio en la zona media, el Lobo armó su lista de destacados con cuatro apellidos que asomaron lúcidos en el desarrollo: Rey, Morales, Guiffrey y Sosa. Ellos conformaron la columna donde se apoyó la propuesta de una formación que necesitaba borrar la fea imagen que había dejado en su paso por Resistencia.

El mérito de haber empatado pocos minutos después del gol de Vélez representó una arista clave p ara regresar a La Plata con un punto que lo mantiene erguido en la parte más seductora de la tabla de posiciones.

No debía volver a perder. Necesitaba dar una imagen confiable y lo consiguió a pesar del dominio del local en gran parte del segundo tiempo.

PRIMER TIEMPO ATRACTIVO Y UN ALIVIO GRANDE GRACIAS AL VAR

Después de una eliminación de la Copa Argentina que dejó secuelas, tanto en el ánimo como en el diagnóstico de Néstor Gorosito, el Lobo, reforzado en el medio con el ingreso de Muro, se propuso frenar el ímpetu copero de los de Liniers.

Gimnasia lució más equilibrado en el medio y dependió del aporte de Sosa para generar peligro

En un trámite de ida y vuelta, los albiazules podrían haber anotado porque generaron tres situaciones claras; aunque también estuvo a punto de sacar del medio luego de un gol de Pratto que los invisibles hombres del VAR decidieron anular por off side del atacante platense.

Gimnasia lució con mayor equilibrio en la zona media y eso permitió que Alemán se adelantara en el campo. A pesar del cambio de esquema siguió dependiendo mucho de lo que podía aportar Ramón Sosa en pisando el área rival.

LAS AUSENCIAS EN EL ATAQUE LE SIGUEN PESANDO UN MONTÓN

Más allá de los esfuerzos que hace, Gimnasia luce debilitado en el ataque. Sin Tarragona y sin Eric Ramírez, el libreto para acercarse al gol depende muchísimo de lo que puede aportar el Ramón Sosa.

El paraguayo ha crecido, está absolutamente adaptado a su equipo y es consciente de todo lo que se esperan de su desequilibrio y velocidad.

Que se haya alejado un poco del actual puntero no significa que esté retirado de la lucha grande del torneo. Gimnasia ha encontrado una estatura de rendimiento que sólo lució severamente distorsionada ante los suplentes de Patronato, que lo eliminaron de un torneo donde aparecía muy bien perfilado.

Justamente por eso ayer debía recuperar la memoria. Era imprescindible que les hiciera saber a sus hinchas que lo ocurrido en Chaco fue una excepción tan amarga como inoportuna. Volvió a su identidad. Allí radicó su mejor atributo.