VIDEO. Aislado pero libre, en un viaje con motos de cartón

Un artista platense arma réplicas con cartón y otros elementos reciclados. Desarrolló la técnica en la cuarentena

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Del mal momento a la crisis y de la crisis, a la oportunidad. Esta vez, el refrán popular aplicado a los negocios podría caberle al poder del arte como recurso para seguir adelante en condiciones adversas como las que generó la pandemia y su efecto sobre el entorno urbano, con una extendida cuarentena en casa. A Jorge Fernández Aricó, la sensibilidad artística, los cartones y el interés por las motos lo hicieron viajar hasta una forma de expresión que le permitió llegar a reproducciones en escala real de esas que hacen darse vuelta a quienes entienden de motos.

Entre los modelos, que ya se exponen fuera de la Ciudad, se acercó a joyas de la industria que sentaron bases de la cultura “motoquera”. Todo, con lo que había al alcance de la mano. Y mucho ingenio. “Me dedico al arte y en este caso hago motos antiguas, de cartón, con elementos que fui teniendo a mano. Todo surgió en la pandemia, sin posibilidad de comprar elementos”, le contó a este diario.

Fernández Aricó trabaja en una empresa metalúrgica y entre las experiencias de la artesanía registra la platería.

En su casa de City Bell encontró guía en los conocimientos y la destreza manual docente. “Dije `¿qué hago en este tiempo libre? No esperaba que la cuarentena dure tanto. Empecé con un motor y terminé en seis motos”, repasó.

Según le contó a este diario su propuesta busca traer al presente vehículos del pasado que ya no se ven circulando en la calle y en casos, ni siquiera están en los museos cercanos.

La idea es, justamente, generar un efecto de realidad, pero capaz de llevar hacia la imaginación. “De eso se trata el arte. Maravillar a la gente y dar dimensiones que no son reales. Busco motos antiguas, objetos que no existen y poder volverlos a la vida”, indicó el artista platense.

réplicas de joyas

Así las cosas, en la galería que puede conformar Jorge después de dos años de trabajo se pueden encontrar “réplicas” de joyas. “Trabajo con motos de 1910 a 1930, apuntó el artista.

En su galería se puede encontrar una de las primeras Harley Davidson -de principios del siglo XX- o una Brough Superior (designa a una compañía inglesa de motos, sidecar que también incursionó con los autos y tuvo actividad entre 1919 y 1940 en Nottingham).

La tarea tiene sus secretos y su explicación. “El cartón tiene sus limitaciones en su maleabilidad. Como las motos de esa época tienen líneas rectas, me permite generar un realismo en las piezas que llame más la atención”, indicó.

En el taller que montó en casa, puede verse el proceso de creación. Sobre una mesa espera otro chasis ya equipado con los volúmenes que se transformarán en un motor. Tomar lo que está cerca, quizás se refiere a rollos de cartón que se usan como protección de lámparas, soporte del papel y hasta un “flota flota”, que pasó de su función conocida en la pileta a darle consistencia a una rueda.

“Lo único de materiales alterativos son las llantas y los rayos”, detalló sobre el uso de elementos metálicos, pero aclaró que “el 90 por ciento es solo cartón”.

Una de las premisas, junto con la calidad, parece ser el criterio de sostenibilidad: todo se basa en el uso de materiales concebidos con otra finalidad. En particular, el cartón. A los esqueletos más duros, luego les toca otra cubierta más fina de cartón y papel y sobre eso la pintura.

El trabajo trascendió en las redes sociales y ya se expone en una casa de antigüedades de capital federal.

Se trata, en suma, de “sacarle fruto a la situación en momentos difíciles. En mi caso, este es el fruto de la bendita pandemia”, definió.

 

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