A esta altura, Milito y su Bicho ya son verdugos de Estudiantes
Edición Impresa | 19 de Agosto de 2022 | 02:17

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
Con escaso juego y mostrando claros signos de impotencia ofensiva, Estudiantes volvió a sufrir la fórmula que tanto le rinde a Gabriel Milito en Argentinos Juniors.
En otra versión muy poco convincente, el León del Ruso quedó atrapado por la practicidad y la mecanización que desde hace bastante constituyen los mejores atributos del Bicho de La Paternal.
El debate sobre las formas que gobiernan la identidad futbolística del Pincha volverá a instalarse con fuerza en las próximas horas.
El gran interrogante sigue siendo qué decisión tomará la CD cuando termine el presente campeonato y, por ende, el contrato que lo une con el actual entrenador.
distracciones defensivas lo pusieron en clara desventaja
Constatando una vez más que Argentinos se presenta en su cancha como un oponente difícil de aguantar por la intensidad que le imprime a su idea de juego, Estudiantes tuvo, desde muy temprano, un desafío sumamente complicado.
El hecho de estar perdiendo desde el minuto 9 no hizo más que ratificar la obligación para el Pincha de ir a buscar el partido con mayor decisión.
Teniendo a la intensidad como su mejor argumento, al León le costó construir ataques claros y sólo por una pelota jugada hacia atrás y capturada por Piatti, estuvo cerca de llegar al empate. La falta de peso en el área rival fue un rasgo que lo distinguió y, al mismo tiempo lo limitó, en su búsqueda ofensiva.
complemento con cambios tardíos y esta vez sin milagro
Estudiantes pudo haber empatado en el buen cabezazo de Morel que pegó en el travesaño y picó sobre la línea de sentencia. O en un remte de Castro que despejó Lanzillota. O en el último disparo fallido del Loco Díaz. Pero detrás de esas situaciones propicias hubo muy poco juego. Casi nada.
Ante ese panorama, la decisión de Zielinski de no darle titularidad a Rollheiser vuelve a instalarse en el diálogo cotidiano de su gente como un tema que genera curiosidad y un nivel creciente de queja.
Franco Zapiola, otro que podría propiciar una generación diferente de juego asociado, ingresó a los 38 minutos del complemento. Demasiado tarde como para esperar que el pibe motorice un milagro.
El desempeño de anoche expuso, sin el envoltorio feliz de un resultado positivo, carencias que acompañan a este ciclo desde siempre y que se vuelven más hirientes ante la frustración.
Cuando vuelva a jugar tendrá que mostrar otra cosa. ¿Qué hará el Ruso? ¿Mantiene la base de equipo que más le gusta y les ratifica la confianza, o pone a Rollheiser de titular y tiene a mano a José Sosa para proponer una identidad retocada por los que saben manejar la pelota?
La mecanización de Argentinos, Estudiantes no la tiene. Eso volvió quedar claro.
En la intensidad de ambos, Argentinos fue más práctico y peligroso que este León muy irregular
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