La polémica frase de Alberto Fernández también generó malestar dentro del oficialismo
Edición Impresa | 26 de Agosto de 2022 | 01:25

Por EMILIANO RUSSO
La desafortunada frase de Alberto Fernández sobre el fiscal Diego Luciani, que para la oposición pareció una velada amenaza al emparentarlo con el fallecido Alberto Nisman, unificó al interbloque de Juntos por el Cambio en un pedido de juicio político y provocó la dura reacción de la comunidad judía que lamentó las contradicciones del primer mandatario, de la propia Justicia que dijo sentirse “perturbada” por la interferencia de otro poder del Estado. Pero también generó, puertas abiertas, cierto malestar dentro del oficialismo.
Si en el kirchnerismo causó resquemor la centralidad que ganó el Presidente en la denominada causa Vialidad al correr el eje del relato que venía esbozando Cristina -en el que hacía foco sobre la “persecución judicial” que dice ser blanco y por el que busca vincular los bolsos con dólares de José López a maniobras “non sanctas” con empresarios macristas-, en el entorno del jefe de Estado se lamentaron porque la polémica enturbia el relanzamiento de la gestión devenido del último cambio de gabinete y la inédita -y frágil- unidad que viene exponiendo el Frente de Todos desde que se conoció el contundente alegato del fiscal contra la Vice.
“Muchos estamos sacando agua al bote con baldes y de repente viene Alberto a llenarlo con una manguera”, fue la humorada que utilizó un funcionario ayer por la tarde en una Casa Rosada con escasa actividad. Por la mañana había sido la portavoz Gabriela Cerruti quien había intentado excusarlo al señalar a los medios por supuestamente haber tergiversado las declaraciones del jefe de Estado. Sin embargo, la labor de la funcionaria nuevamente quedó bajo la mira de más de un integrante del oficialismo por “no haber cuidado” al primer mandatario en la entrevista televisiva.
EL ESCENARIO
En una jornada en la que la agenda pública estuvo centrada en las críticas hacia el propio Alberto Fernández, que incluyó al propio fiscal Luciani que se mostró “preocupado” por la polémica y aconsejó al titular del Ejecutivo no “partidizarse” ya que representa a toda la ciudadanía, Cristina siguió con su estrategia y presentó documentos del FBI que alertaban que los dólares de José López habrían sido trasladados desde Estados Unidos hasta un banco vinculado a un empresario macrista. La novedad cayó en saco roto frente a la andanada de críticas que en ese momento recibía su exjefe de gabinete, la vuelta al debate público del caso Nisman y las dudas sobre si su muerte se produjo en el marco de un suicidio o un asesinato.
Es en este marco que emerge la preocupación en un sector del oficialismo por la persistente devaluación de la palabra presidencial. Quizás durante la víspera fue la DAIA quien se hizo eco de esta cuestión al recordar que en una de sus visitas a la entidad, A. Fernández había dicho que Nisman fue asesinado; la institución judía también condenó la banalización del Holocausto que hizo el primer mandatario al compararlo con las muertes que produjo la pandemia de Covid.
OFENSIVA EN EL CONGRESO
Sí el gesto político más fuerte provino del principal armado opositor: JxC reunió a los jefes de cada uno de los bloques para anunciar la presentación de un pedido de juicio político contra el Presidente. Atrás había quedado el tibio intento que unos pocos legisladores anunciaron a comienzos de semana, en rechazo al comunicado que la vocería de Gobierno había hecho en respaldo a la intentona de Cristina, pues fue el conjunto del interbloque el que decidió avanzar con esta iniciativa. También Mauricio Macri, en una presentación realizada en la Bolsa de Córdoba, la emprendió contra el primer mandatario. Tan afectado quedó el oficialismo, que no logró usufructuar las polémicas declaraciones del expresidente en relación a la interna opositora, cuando cruzó a los dirigentes de su espacio que hacen “populismo light”.
La Procuración, a cargo de Eduardo Casal, y fiscales como Guillermo Marijuán tampoco dudaron en cuestionar al jefe de Estado por su malograda declaración al denunciar un intento del Ejecutivo de interferir en la Justicia.
¿VACACIONES?
Caída la tarde la jornada en el palacio gubernamental, que bien podría haberse catalogado “Todos contra Alberto”, se vio alterada por las versiones que indicaban que la semana próxima el Presidente se tomaría vacaciones en Tierra del Fuego donde desde hace algunos días descansa Fabiola Yàñez con el pequeño Francisco. Según se pudo saber, si bien desde Secretaría General habían ultimado detalles para cumplimentar el viaje, la filtración del mismo lo dejó en suspenso. En medio de la polémica por los dichos sobre el fiscal Luciani, en el Ejecutivo intentaban evitar otro daño autoinfligido.
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