Dólar, el billete que está presente hasta en las obras de arte

Distintos artistas argentinos, entre ellos los del colectivo platense “Mondongo”, presentan obras donde la moneda estadounidense es la principal protagonista

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Obras de arte contemporáneas como la del platense colectivo Mondongo, que muestra la imagen de un dólar tejido con hilos de acero sobre una cama de clavos; la de Agustina Woodgate, que construyó un cajero automático que expide un dólar luego de depositar 100; o la de Ivana Vollaro, que propone un menú de un restaurante con toda clase de opciones “de cambio”, dan cuenta de cómo el arte también se ha ocupado de tematizar el frenesí alrededor de la moneda estadounidense que por estos días marca el pulso de la economía argentina.

Y es que el billete de Estados Unidos logró colarse también en el imaginario de los artistas contemporáneos como motor y disparador de algunas de las obras más destacadas de los últimos tiempos. Por caso, el colectivo Mondongo es autor de un cuadro -es en realidad una cama de faquir- que muestra un dólar realizado con hilo de acero que se enhebra alrededor de miles de clavos, titulado “Merca”, en obvia referencia al dinero como una adicción.

“Cuando empezamos la serie ‘Merca’ –cuenta Manuel Mendanha, integrante de “Mondongo” junto con Juliana Laffitte - al igual que ahora, el dólar era el sol de la vida cotidiana argentina, un objeto preciado y temido por nuestro pueblo. Una de las razones por las que elegimos la cama de clavos es quizás por la asociación con los faquires y su capacidad de anular el dolor y descansar sobre la hostilidad”.

En la obra, un único hilo plateado a la vista recorre todos los clavos conformando la imagen exacta de un billete de un dólar, y fue presentada por primera vez en el año 2005 en la galería Benzacar.

“El hilo de plata – resume Mendanha - nos sirvió para representar la abstracción de la filigrana a través de un dibujo endeble, una construcción mental posible de ser cortada en un solo punto y desvanecerse para siempre. Y el fondo empetrolado, oro negro. Son 30.000 clavos por lado. Es una escultura suspendida en el aire, sostenida por un hilo de acero, como imagen del deseo congelado”.

Dólar (de la serie Merca, 2005) y clavos: obras de Mondongo en la muestra “Tres”, que se vio en la galería Barro / Gentileza galería Barro

Otra pieza de Mondongo vinculada al dinero fue la escultura de un esternón realizado con cien mil monedas de 5 y 10 centavos, que con el tiempo se partió en dos, debido al peso, pero que igual siguieron exhibiéndola.

LA OBRA DEL CAJERO

También la artista argentina Agustina Woodgate fue el centro de las miradas al presentar en la feria de arte presencial Frieze, en Nueva York, a un cajero automático que expedía un dólar a cambio de depositar cien. La obra fue titulada “Don’t Trust. Verify”, un clásico slogan del mundo de las criptomonedas, que a su vez parafrasea la famosa frase escrita en cada billete de dólar, “In God We Trust”.

“Quise hacer hincapié en la función y el valor del trabajo – señala Woodgate - por caso lijar un billete de 1 dólar lleva mucho más tiempo que su valor nominal, y al convertirlo en obra de arte, este valor se multiplica”.

Uno de los dólares lijados en la obra de Agustina Woodgate / Gentileza Barro

Para esta pieza, el billete de un dólar fue erosionado y desprendiendo la tinta del papel, excepto el número de serie que es lo único que queda intacto, para que el papel siga teniendo valor de mercado.

“La devaluación y el cambio del día han sido una gran inspiración para mi trabajo”, admite la artista, quien desde hace años centra su práctica artística en el estudio de los sistemas, las teorías de valor, las relaciones y las lógicas de poder que operan en la sociedad. En 2017 decidió contraponer en un lado de una balanza una moneda de un dólar y del otro, 16 pesos. La volvió a repetir en el 2018, esta vez con 140 pesos.

“Hace años que estudio los movimientos de la moneda corriente – dice - estoy construyendo un archivo visual y material de la devaluación, lijando el equivalente de un dólar en pesos argentinos. A principio de año comencé una obra más ambiciosa: lijar el equivalente de 100 dólares en pesos. Pero la devaluación tomó una dinámica tal que la obra cambia cada semana y su diseño empezó a verse alterado cada vez más rápidamente”.

EL MENÚ DÓLART

Del mismo modo, la obra “Menú”, de la artista Ivana Vollaro, también se sumerge en el escenario cambiario de la economía argentina al presentar una carta de restaurant -es un cuadro pintado con esmalte sintético sobre chapa y madera- que ofrece, encolumnada, una larga lista de opciones, ya no de comidas, sino de tipos de cambio, algunos ficticios y otros reales: dólar oficial, paralelo, turista, tarjeta, ahorro, blue, negro, futuro y sigue.

La obra, que traza un paralelismo entre el escenario cambiario de la Argentina y la oferta gastronómica de un restaurante, fue presentada en la última edición de la feria arteBA y funciona como un menú de parrilla, donde se pueden ir cambiando los precios.

“Tiene unas líneas para completar con tiza”, explica la artista sobre la pieza que también abarca dólar inmobiliario, soja, pink, ilegal, cabeza chiquita, mep, arbolito entre más de 30 opciones. “Son ficticios y son muchos más que nueve tipos de cambio peso-dólar consultados a diario por los ahorristas y especialistas”, dice Vollaro.

Asimismo, el artista Diego Figueroa, que acaba de estrenar en la galería Hache su muestra “Todos esos recuerdos se perderán como gotas en la lluvia”, es autor de la obra titulada “Lo dólare” (2016), que muestra sobre la tela, pintados, de a montones, billetes de dólares, en los que justo sobre la nariz de Benjamin Franklin aparece la marca de un pica fierros, que es la herramienta utilizada para picar paredes.

Una obra de 2016 del artista Diego Figueroa llamada “Lo Dolare” / Télam

“La obra surgió casi de manera accidental - detalla el artista- estaba trabajando en el taller y sobre la mesa había una foto de dólares de una revista. Se me ocurrió agarrar un clavo, el martillo y apuntarle a la nariz de Franklin y clavarlo. Cuando realicé esta acción me di cuenta que sucedía algo entre esa imagen impresa y ese clavo real que de alguna manera fijaba, aseguraba, el billete sobre la superficie de la mesa. El clavo se transformó en un apéndice ficticio pero que en simultáneo era una parte concreta de la cara. Luego utilicé en vez de clavos pica fierros, que da la idea de una construcción en proceso de demolición”.

VALORES ARBITRARIOS

En todos los casos, el arte funciona como eficaz recordatorio de que a todas las monedas la sociedad les ha asignado valores arbitrarios. Como escribió el historiador Yuval Noah Harari, “el dinero es el más universal y más eficiente sistema de confianza mutua que jamás se haya inventado”. De allí que es posible describir un billete de dólar como simplemente un pedazo de papel de color, con la leyenda “En Dios confiamos”, pero con espíritu artístico.

 

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