“No soy un loquito”, dijo Tablado tras ser declarado como persona no grata

Fabián Tablado, el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló y que se encuentra en la ciudad de Posadas, aseguró que ya cumplió su condena y está “arrepentido” de lo que hizo, como respuesta al rechazo de las constantes muestras de repudio a su presencia en Misiones, y luego de que el Concejo Deliberante de la capital lo declarara persona no grata.

“Yo no soy un loquito que anda por ahí buscando a quien matar, soy una persona que cometió un delito y estoy arrepentido de lo que ocurrió hace 26 años”, dijo Tablado (44) en una entrevista para un medio local.

“Cuando vine a Posadas llegué con mi mamá luego de ser desalojado de Corrientes. Estuve un día alojado en un hotel. La gente quiere saber mi domicilio para acusarme con el dedo y humillarme”, denunció.

El femicida afirmó que está sufriendo “una difamación y persecución constante” y alertó: “Vamos a dar intervención al Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) sobre todas las personas que participan de esta cacería insólita que se hace contra una persona libre”.

Si bien el Concejo Deliberante de Posadas declaró por unanimidad a Tablado como persona no grata, el femicida le restó importancia al afirmar que “es algo simbólico, no es algo legal” y que “no tiene fundamento judicial”.

Con respecto a su radicación en esta ciudad misionera, aclaró que su “intención no es vivir en Posadas” y que lo que necesita es que se revoque la restricción de acercamiento perimetral de 300 kilómetros que la Justicia de San Isidro le impuso con el padre de su víctima, Edgardo Aló.

“Necesito que cese una medida insólita de restricción de 300 kilómetros porque remarca el ensañamiento tremendo que hay hacia mi persona. Tengo temor de salir a la calle. Estoy arrepentido de mi error y ya cumplí mi condena”, expresó.

El exconvicto denunció que al recuperar su libertad estuvo “en condición infrahumana”, que fue “perseguido, acosado” y que hasta su madre fue “humillada”, por lo que se preguntó: “¿Eso no es violencia de género también?”.