Ovación, fotos y para su “sombra”, la camiseta

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Una vez más la multitud deliró con Lionel Messi. La gente lo siguió en cada movimiento, le dedicó carteles y cánticos, antes, durante y después de terminado el encuentro.

Y el capitán argentino no defraudó para nada. Dio un gran pase para la jugada en el primer gol; anotó el segundo tanto, de penal; y también convirtió el tercero, con una exquisita definición por arriba del arquero hondureño.

Y una vez que el árbitró decretó el final del juego, todo el mundo se le fue encima al “10” argentino. Más allá de algunos que lograron meterse dentro del campo de juego, los primeros que aparecieron para sacarse muchísimas fotos, fueron nada más y nada menos que los jugadores de Honduras.

Sí, los jugadores hondureños prácticamente rodearon a Leo en la mitad del campo, que siempre respondió con una sonrisa.

Fueron pasando todos los integrantes del seleccionado hondureño y colaboradores, y recién de cumplir con esto, Messi junto a sus compañeros, pudo ir a saludar al público argentino que no paraba de cantar, “volveremo a ser campeones, como en el ´86”.

Rodeado de compañeros, el capitán argentino se retiró de la cancha sonriendo y saludando a la gente, pero antes, se dio una situación muy particular. Casi, risueña...

Messi se sacó su camiseta, y cuando se acercó a saludarlo, se la entregó a quien fue su “sombra” desde el inicio del juego, hasta los 30 minutos del complemento cuando fue reemplazado. Sí, con una sonrisa en su cara, Leo se la dio ni más ni menos que a Héctor Castellanos, quien le hizo una pegajosa marca personal siguiéndolo por todos lados en el campo de juego (ver nota en página 4).

 

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