Analizan muestras de agua del arroyo El Pescado
Edición Impresa | 9 de Septiembre de 2022 | 02:29

Los vecinos del arroyo El Pescado están preocupados por la aparición de peces muertos, en uno de los arroyos que más orgullo produce en la Región por su buen estado en términos ambientales. La zona que encendió la alarma es la cercana al puente situado en 30 y 680, entre Ignacio Correas y Villa Garibaldi.
Tras advertir el panorama, los vecinos dieron rápido aviso al Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires.
La alarma se vincula con un dato: a instancias de la ley 12.247, se considera “Paisaje protegido de interés provincial a la Cuenca del Arroyo El Pescado, desde su nacimiento en el partido de La Plata, entre calle 612 y ruta provincial 36, hasta su desembocadura en el Río de La Plata, entre el Balneario Bagliardi y el Balneario Municipal de La Balandra, en Berisso, área donde no se podrán realizar construcciones que afecten el sector protegido”.
Ante el reclamo de los vecinos, ayer se presentaron integrantes del “Instituto de Limnología Dr. Raúl A. Ringuelet) (Conicet-UNLP), de la Autoridad del Agua (ADA) y miembros del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires.
Los equipos de las tres instituciones tomaron muestras del agua y se llevaron peces que serán analizados para constatar las causas de su muerte.
Se prevé que los resultados podrían estar dentro de siete días.
No obstante, los primeros indicios dieron señales de que el “ph” del agua y el oxígeno no estarían contaminados.
Según pudo saber este diario, la hipótesis sobre la causa de muerte de los peces sería que no se encontraban en su hábitat natural.
Es que todos los ejemplares hallados son sábalos (los vecinos calculaban que podían ser carpas), una especie que es de río y no de arroyo, se señaló ayer en la zona de toma de muestras.
Se especuló que podrían haber entrado cuando había mayor nivel de agua en el curso y al bajar ya no pudieron salir.
Fuera de su hábitat y con menos agua, murieron, se estimaba ayer. La teoría toma fuerza en función de que en caso de que el agua estuviera contaminada, se habrían encontrado otros peces muertos, indicó una fuente cercana a los estudios.
En una recorrida que realizó anteayer este diario junto a un grupo de vecinos de la zona, el problema se mostraba en toda su magnitud. Varios ejemplares yacían sobre la costa del arroyo, junto a los puentes carretero y ferroviario, a unos dos kilómetros de Ignacio Correas.
Por esa calle, que permite seguir luego hasta Bartolomé Bavio, en el distrito de Magdalena, hay tránsito vecinal y durante los fines de semana aumenta el movimiento con ciclistas, runners, familias que eligen la zona para hacer pic nic y pescadores que eligen el arroyo en cuestión.
A la vez, en el curso de agua puede verse a personas a bordo de canoas y kayacs, disfrutando del remo en un arroyo con una masa de agua que permite el desarrollo de esas actividades.
El Pescado, se toca en la zona con el Cajaraville, otro curso con buen caudal y humedales amplios que pueden transformarse en laguna.
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