PSG le sirvió a Messi para ir a Qatar, ¿y ahora qué?
Edición Impresa | 15 de Enero de 2023 | 02:58

Ezequiel Fernández Moores
Allí está Enzo Fernández con su nueva cotización de cien millones de euros. Y el Dibu Martínez elegido por la FIFA para los premios a mejor arquero del año (igual que Lionel Scaloni como DT y la hinchada argentina como afición). Y Alexis MacAllister en la mira de todos. Y Nicolás Otamendi héroe del Benfica. Y la lista que sigue (solo Rodrigo de Paul, paradójicamente, mantiene situación difícil en Atlético de Madrid). Pero, tras la conquista de Qatar, todo, es inevitable, sigue remitiendo a Leo Messi.
Leo volverá a jugar hoy por la tarde con PSG, donde ya reapareció el miércoles pasado, con victoria, gran actuación y nuevo gol (su gol número 13 en sus últimos catorce partidos, selección incluída). En PSG lleva 24 goles y 29 asistencias en 54 partidos. Es decir, participa casi en un gol por partido que juega. PSG es el multicampeón francés. Por eso, el jugador número uno allí seguirá siendo siempre Kylian Mbappé, más aún luego de sus tres goles en la final contra Argentina y su rol de líder durante el Mundial. Además, con capitanía inminente tras la renuncia del arquero Hugo Lloris.
Mbappé fue también el primer jugador de la selección (y casi el único) que criticó duro a Noel Le Graet, el veterano dirigente que, finalmente, tuvo que renunciar esta semana como presidente de la Federación Francesa, tras varios traspiés, pero, ante todo, porque osó ningunear a Zinedine Zidane, “una leyenda, él es Francia”, como dijo el propio Mbappé. Ser finalista de un Mundial no garantiza nada. Le Graet debió irse. Aquí, el “Chiqui” Tapia, ganador, lleva la Copa adonde quiera que vaya. La era Scaloni fue acierto suyo.
Volvamos a Messi. Tal su nivel, Leo puede apostar en lo que queda de esta temporada a recuperar otro de sus títulos más preciados, la Champions. Tiene como socios en PSG a un Mbappé en estado de gracia y a un Neymar hambriento tras la caída inesperada de Brasil en cuartos del Mundial ante Croacia. Curioso que su coronación mundial lo encuentre ahora en un PSG en el que, además de no ser el número uno, sigue enfrentado con los ultras del club. Leo dejó de saludarlos luego de cada partido desde que los ultras lo silbaron en marzo pasado, a él y a Neymar. No fue algo personal, me aseguran desde Francia, pero ambos fueron elegidos por los ultras como símbolos de un proyecto que rechazan, porque ostenta millones pero, según dicen, arrasa ciertas tradiciones del club. Los hinchas equivocaron la mira. El miércoles pasado, mientras los demás jugadores cumplían el saludo de rigor, Messi, que había sido la figura, se fue rápido a los vestuarios.
Si Enzo Fernández y los demás subieron su valor, Messi, obvio, lo multiplicó cuando muchos creían que su ocaso ya estaba cerca. Seguir en el PSG (el club quiere renovarle por uno o dos años más) lo mantendría en el alto nivel europeo. El PSG le sirvió para el camino a Qatar. ¿Le seguirá sirviendo ahora? PSG está inquieto tras los informes de que Arabia Saudita, tras el fichaje de Cristiano Ronaldo, está preparando ahora una oferta cercana a los 300 millones de dólares para Messi. Digo Arabia Saudita porque es imposible que ese dinero sea pagado solo por el club y porque, además, Arabia Saudita, celoso del éxito de Qatar, su hermano menor, aspira a ser la sede del Mundial 2030. Tener a Cristiano y a Messi en su liga sería una gran carta de presentación. El club Al Nasser no tiene ese dinero propio que le permitió fichar a Cristiano. Tampoco lo tiene Al Hilal (el supuesto interesado en Messi). Está claro que el dinero lo aporta el gobierno.
Messi, además, ya es embajador de la Autoridad de Turismo de Arabia Saudita, el mismo organismo que aportó patrocinio para fichar a Cristiano y que pone dinero también para el amistoso que enfrentará a Messi y a Cristiano el 19 próximo en Riad. Hablamos de dineros difíciles de igualar para PSG y para Estados Unidos, sede del Mundial 2026 y que también (a través del Inter de Miami) vería con agrado el fichaje promocional de Messi. Dineros, claro, mucho más imposibles todavía para Barcelona. Su presidente, Joan Laporta, insistió días atrás afirmando que tiene una “deuda moral” para que Messi juegue sus últimos años en su club de casi toda la vida. Allí, no solo lo dejaron partir. Recientes chats filtrados cuentan sobre ex dirigentes que estaban en funciones en el club y que, en el marco de una negociación contractual, lo trataban en sus conversaciones privadas de “rata de cloaca” y “enano
Esta tarde jugará el PSG, con la presencia de Mbappé. Primera vez junto a Messi
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