Cordón hortícola: hay que ir cada vez más abajo para conseguir agua en La Plata

La falta de lluvias también impactan en la producción de la zona verde de la Región. Se complica el riego en los invernáculos

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A raíz de la sequía, se le complica el trabajo a los productores de hortalizas, flores y frutas, pues la mayoría de las familias que cultivan la tierra en la Región utiliza el sistema de invernáculos, el cual se alimenta del riego de perforaciones. El problema radica en que por la falta de lluvias, las napas subterráneas bajaron significativamente y se requiere de una mayor potencia para conseguir el agua que mantiene vivos los cultivos.

“Bajó muchísimo el nivel de la napa de agua; no nos afecta tanto como a los que trabajan a campo abierto, porque nuestra producción es por riego, pero tenemos que estar agregando caños a las perforaciones para bajar, por menos, diez metros”, indicó el floricultor Silvio Pérez, con producción en Abasto.

El productor aseguró que ese trabajo “extra” para la búsqueda de agua no redundaría en un aumento en el precio de la venta minorista. Es más, consideró que “hoy en día los valores están muy bajos”.

El fenómeno climático de La Niña redujo por mucho el promedio histórico de lluvias y se presenta en esta temporada con mayor rigor, mucho más extendido en días que en las anteriores oportunidades.

Es el sector agro-ganadero el que recibe el peor impacto de una sequía que se registra en más del 50 por ciento del territorio argentino, con prevalencia en el Este del país y de la cual esta ciudad no escapa.

Héctor Pestrín, puestero del Mercado Región, señaló su preocupación en ese aspecto. “Falta agua y auqnue no tenemos una realidad concreta de los daños sabemos que va a haber una faltante de mercadería importante a corto plazo y es que los costos de las zonas primarias van a tener un fuerte incremento por la poca producción”, dijo.

Según los cálculos de Pestrín, el productor irá a pérdida. “Si ha invertido un determinado capital, cuando sea el momento de la cosecha, tendrá la mitad de lo esperado”, añadió.

Horacio Beláustegui, titular de la Fundación Biósfera, ONG que busca la concientización, por parte de la población, para llevar a cabo prácticas amigables con el medio ambiente, explicó cómo se recargan de agua las napas freáticas. “Se nutren con las lluvias, pero no con la última lluvia, sino con la acumulación de lluvias de los últimos años. El estuario del Río de La Plata es una fuente de agua inmensa y se debería usar tanto para la producción local como para alimentar la red de agua potable”, opinó el especialista en Ecología y docente de la Universidad Nacional de Luján.

Debido al cambio climático, los expertos sostienen que la crisis hídrica va a agravarse. “Con temperaturas cada vez más elevadas -sostuvo Beláustegui-, la sequía va a ir creciendo”.

Las perforaciones

Recordó el especialista de la Fundación Biósfera, que “si no hay agua, no hay fotosíntesis, y entonces no hay producción de los alimentos que se generan en la zona”.

La Fundación ha estudiado las diferentes medidas que se podrían adoptar para utilizar el recurso del Río de La Plata, pero, destacó Beláustegui, que también debería revisarse el modo en que se realizan las perforaciones para el riego en el cordón verde local.

Beláustegui señaló como un “problema” la densidad de los pozos de riego. “Es muy alta -afirmó-. Y con las temperaturas tan elevadas, con el calor tan intenso y sin precipitaciones las napas se deprimen”.

En su opinión, la solución en ese sentido estaría en “tener pocas perforaciones y buenas, con lo que se garantizaría el surtido de agua, y no como ahora que hay muchas perforaciones en pocas hectáreas y sin las condiciones apropiadas”.

Esta cuestión de la sequedad de las napas por el uso de riegos intensivos se analiza desde el año pasado en el Observatorio del Agua del Concejo Deliberante de La Plata.

 

 

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