La dura carta del taxista que vio la golpiza a Fernando
Edición Impresa | 6 de Enero de 2023 | 01:57

El taxista Marcos Acevedo, de 37 años, que declaró como testigo en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, escribió un texto dirigido a los ocho acusados en el que les dice que “todavía están a tiempo de mostrar valentía”.
Acevedo es el taxista de Villa Gesell que presenció la brutal golpiza a la salida del boliche “Le Brique” donde los acusados atacaron en grupo al joven el 20 de enero de 2020.
“Lamento haber presenciado ese acto inhumano, pero a la vez agradezco a Dios de ponerme en el lugar y tener la valentía de declarar”, comienza la carta.
“Hoy estoy acá pero me hubiese gustado no estar, me hubiera gustado por el contrario que Fernando cuente su verdad”, dice uno de los párrafos del texto.
Luego continuó en su escrito: “Quisiera recordarles a los acusados las acciones que los han traído a estas sillas (..) hoy es tarde para pedir perdón. Aún tomados o alcoholizados, todos sabemos que una patada en la cabeza puede costar la vida. Fernando no recibió una, sino varias, y eso lo vi”.
También detalló que el día del crimen estacionó su taxi en la puerta del boliche y que el personal de seguridad expulsó a “un joven de camisa oscura y bermudas muy sacado”, en referencia a Máximo Thomsen. “Junto a él sacaron a cuatro o cinco”, agregó.
Al mismo tiempo, aportó: “Lo que más recuerdo son las tres o cuatro trompadas de un chico de camisa blanca en la cara de Fernando ya desvanecido, y a un chico de remera oscura y bermuda que le dio una patada en la cara”.
Durante su testimonio, el taxista recordó que presenció la golpiza a Fernando, que los agresores comenzaron a “pegarle sin mediar palabra” y dijo que gritaban “negro de mierda, ahora que estamos afuera, por qué no me decís lo que me decías adentro”.
Acevedo fue el único testigo que miró a la cara a los imputados cuando quedó de pie frente a ellos, a unos tres metros, mientras se exhibían unos videos.
“Quería que sintieran la mirada de la sociedad”, dijo al respecto, aunque ellos “no miraron”, agregó.
El taxista además confesó que esa jornada continuó trabajando y al día siguiente se enteró que Fernando había muerto.
Por último el testigo pidió justicia por la “brutalidad extrema” de los ocho jóvenes acusados.
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