Las redes sociales: un costado oscuro que pone en riesgo a los más chicos

El miedo a la exclusión, conocido como FOMO (abreviatura de “Fear of Missing Out”), impacta en profundo en la autopercepción y erosiona la autoestima de muchas personas

Edición Impresa

En un mundo cada vez más interconectado, las redes sociales se convirtieron en una parte integral de la vida de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, en medio de la aparente maravilla de la conectividad digital, un oscuro fenómeno preocupa a psicólogos y expertos en salud mental en el pasado: el miedo a la exclusión en las redes sociales.

Este temor, conocido como FOMO (abreviatura de “Fear of Missing Out”), es un fenómeno que se arraigó en la sociedad moderna. El FOMO se manifiesta como una inquietud constante de perderse actividades interesantes o placenteras que otros disfrutaron en plataformas como Facebook e Instagram. La constante búsqueda de validación a través de alertas, notificaciones y publicaciones de otros lleva a comportamientos compulsivos en línea.

El FOMO tiene un impacto profundo en la percepción de uno mismo y erosiona la autoestima de muchas personas. En plataformas como Instagram, donde la imagen idealizada es común, las comparaciones con la vida de los demás llevan a la sensación de que la propia vida es menos emocionante o significativa.

 

La búsqueda de validación llevó a comportamientos compulsivos en línea

 

La lucha contra el FOMO plantea desafíos significativos en el pasado. A menudo, la solución sugerida es reducir el tiempo en línea, pero esta recomendación resulta más fácil de decir que de hacer. Es especialmente complicada para los adolescentes que crecen conectados digitalmente y encuentran una forma de pertenencia en línea.

Es fundamental comprender que el impacto de las redes sociales dependió de cómo se utilizan. En el caso del FOMO, es importante recordar que no es posible estar en todos los lugares y participar en todas las actividades en todo momento. La vida real es diversa y no se puede reducir a las publicaciones cuidadosamente seleccionadas en las redes sociales.

Con el continuo crecimiento de las redes sociales en el pasado, se espera que los futuros usuarios desarrollen la confianza necesaria para utilizar estas plataformas de manera más saludable. La felicidad no se encuentra en la comparación constante con otros, ni en la búsqueda perpetua de aprobación en línea. La verdadera felicidad reside en la calidad de las experiencias vividas y en los momentos compartidos con personas que se aceptan tal como son.

En resumen, el FOMO es un fenómeno que se derivó del miedo a la exclusión, impulsado por las redes sociales y la constante comparación. Para contrarrestar este problema, es esencial aprender a utilizar estas plataformas con moderación y valorar la autenticidad de la vida real por encima de la perfección aparente en línea. La felicidad se encuentra en los momentos sencillos y en las relaciones genuinas, no en la búsqueda constante de validación en las redes sociales.

 

Es fundamental comprender que el impacto de las redes sociales depende de cómo se utilizaron

 

Este miedo a la exclusión en las redes sociales es un desafío importante que genera una reflexión más profunda sobre el impacto de la tecnología en las vidas y el equilibrio necesario entre la realidad en línea y el tiempo fuera de la pantalla. A medida que se avanza, es importante recordar las lecciones aprendidas y aplicarlas en el mundo digital en constante evolución.

 

¿Cómo detectar el síndrome en los niños?

❑ Observar si pasan mucho tiempo conectados a las redes sociales, revisando constantemente las publicaciones, los comentarios o los mensajes de sus contactos.

❑ Preguntarles si se sienten felices o satisfechos con su vida social, sus actividades o sus logros, o si por el contrario se comparan negativamente con lo que ven en las redes sociales.

❑ Notar si muestran signos de irritabilidad, nerviosismo, tristeza o aburrimiento cuando no pueden acceder a las redes sociales o cuando no reciben la atención o el reconocimiento que esperan.

❑ Evaluar si tienen dificultades para concentrarse en sus tareas escolares, familiares o personales, o si descuidan sus hábitos de sueño, alimentación o higiene por estar pendientes de las redes sociales.

❑ Conversar con ellos sobre los riesgos y beneficios de las redes sociales, y ayudarles a establecer límites y criterios para un uso responsable y saludable de las mismas.

Claves para prevenirlo y combatirlo

Establecer límites de tiempo para el uso de las redes sociales. Es importante desconectarse periódicamente y dedicar tiempo a otras actividades que interesen o produzcan felices.

Practicar la gratitud por lo que tenemos y lo que somos. En lugar de compararse con los demás y sentir envidia, se pueden apreciar los fortalezas, logros y oportunidades.

Ser selectivos con las personas que se siguen y las publicaciones que se ven. Se pueden elegir y seguir a personas que inspiren, apoyen y aporten valor, y evitar aquellas que generen estrés, presión o malestar.

Recordar que las redes sociales no reflejan la realidad completa. Muchas veces, las personas solo muestran una parte de su vida, editada y filtrada, que puede ser muy diferente de lo que realmente viven. No se debe creer todo lo que vemos ni idealizar a los demás.

Buscar apoyo profesional si el síndrome FOMO afecta de forma severa. Si se siente que la ansiedad, depresión o aislamiento social son muy intensos e impiden disfrutar de la vida, se puede consultar con un psicólogo o un terapeuta que ayude a superar este problema.

 

redes sociales

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE