Domínguez pone en foco a los lesionados que pueden volver

Tres son los partidos que, de mínima, le restan a Estudiantes en la presente temporada: visitante de Central Córdoba, en Santiago del Estero, y local de Lanús, en UNO, por la Copa de la Liga, y la semifinal contra Boca, por la Copa Argentina, que podría tener una continuación de acceder a la definición, que será contra el ganador de la llave San Lorenzo-Defensa y Justicia.

Con este cuadro de situación, y la necesidad de sostener el nivel de juego exhibido en la presentación anterior, frente al propio Defensa, para alimentar el sueño de clasificar para la Copa Libertadores 2024, Eduardo Domínguez, el hombre a cargo de la conducción técnica, tiene en foco un tema que se retroalimenta semana tras semana: las bajas por lesiones.

Las altas y bajas, con sus consecuencias lógicas, han sido una constante en la preparación del conjunto albirrojo, en particular durante la segunda mitad del año, cuando la competencia se intensificó a través de los distintos frentes que el Pincha debió atender en forma paralela, y en la última fecha tuvo como protagonistas a José Ernesto Sosa y Gonzalo Piñeiro, justamente quien lo reemplazó.

De acuerdo a lo informado por el club, el Principito sufrió una “luxación acromioclavicular en hombro derecho”; mientras que la lesión del Chino fue calificada como una “distensión de grado 1 en soleo derecho”.

Fuentes ligadas al cuerpo técnico ampliaron el tema considerando que Piñeiro de ninguna forma podrá ser tenido en cuenta por el técnico para el partido del viernes, a la vez que fueron más optimistas con respecto a Sosa, quien de ser necesario estaría dispuesto a jugar infiltrado.

Sea tenido en cuenta, o no, en Santiago del Estero, lo más importante para Eduardo Domínguez es que Sosa podría llegar en mejor estado a la semifinal con Boca, más después de conocerse la reprogramación de ese encuentro para el miércoles 22. Una fecha que hasta permite hacer especulaciones en lo que tiene que ver con la posible reaparición de Santiago Ascacibar tras la ruptura parcial de ligamento lateral externo de la rodilla derecha, frente a Sarmiento, el pasado lunes 23 de octubre. Una lesión que en su momento se consideró para un mes afuera del equipo.

A favor, Eduardo Domínguez empieza a ver más cerca del grueso del plantel a jugadores que transitan su etapa final de recuperación, como Federico Fernández, quien se entrena a la par del resto luego de una lesión muscular grado 2, y el chileno Javier Altamirano, un poco más retrasado en el reestablecimiento de un cuadro muscular, según manifestó el propio entrenador en conferencia de prensa. Ambos, en breve, seguro comenzarán a sumar minutos.

Luciano Lollo, quien perdió terreno a causa de una pubalgia, también acelera su puesta a punto, en tanto que Pablo Piatti, intervenido quirúrgicamente en mayo de una ruptura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, ya comenzó a realizar trabajos de campo en el marco de una recuperación que avanza en términos ideales.

El partido frente a Defensa dejó dos lesionados: Sosa, en el hombro derecho, y Piñeiro, muscular