VIDEO.- Milei, presidente: anunció ajuste, shock y afirmó “No hay plata”
Edición Impresa | 11 de Diciembre de 2023 | 01:23

“No hay alternativa posible al ajuste, no hay plata”, fueron algunas de las fuertes palabras de Javier Milei al inaugurar un nuevo rumbo para el país, asumiendo la Presidencias por los próximos 4 años. De espaldas al Congreso -”la casta política”- y de “cara al pueblo” que lo votó, el libertario dio un primer discurso demoledor sobre la herencia recibida por la anterior administración de Alberto Fernández y Cristina Kirchner -quienes participaron de la ceremonia de asunción en el Congreso- y advirtió que arrancará su mandato con un durísimo recorte del gasto público.
“Hoy damos por terminada una larga historia de decadencia y declive y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país”, arrancó el Presidente desde la escalinata del Congreso frente a una plaza abarrotada. Se remontó primero a una presunta época dorada de Argentina, a finales del siglo XIX y principios del XX -destacó a Julio A. Roca y Domingo Sarmiento- cuando el país era el “granero del mundo”, para regresar con rapidez a la bomba a punto de explotar: “Ningún Gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, advirtió. Una diferencia que mostró sobre Mauricio Macri, que no hizo el mismo diagnóstico al asumir como presidente en 2015.
UNA DIFÍCIL SITUACIÓN
Con un duro horizonte económico, más allá del ya de por sí complicado presente, el país comenzó este domingo la 'era Milei', el mandato presidencial del economista libertario que pateó el tablero de la política hasta convertirse en el “primer presidente liberal libertario” de la historia, tal como se autotítula.
Con casi un 150 % de inflación interanual, un 40 % de pobreza en la población y un 10 % de indigencia, escasez de reservas de divisas, un 150 % de brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo (o 'blue'), sueldos depauperados y una deuda con el FMI cercana a los 46.000 millones de dólares, Argentina pinta un negro presente. Pero, lejos de dulcificar la situación o de ofrecer “una mentira confortable”, el nuevo mandatario -que, rompiendo la tradición, optó por no pronunciar un discurso ante la Asamblea Legislativa y sí en la calle frente a la ciudadanía- pronunció ante los argentinos “una verdad incómoda”.
Reiteró que aplicará un duro ajuste y que habrá “estanflación” por varios meses, pero prometió que este será el “último mal trago” antes de la “reconstrucción” del país.
“Hoy comienza una nueva era en Argentina”, proclamó en el arranque de su discurso desde una tribuna frente al Congreso de la Nación, en la que estuvo flanqueado por los principales jefes de Estado y de Gobierno presentes en su toma de posesión, el rey Felipe VI; los presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski; Uruguay, Luis Lacalle Pou; Paraguay, Santiago Peña, y Chile, Gabriel Boric, quienes ya habían asistido a la jura oficial.
El nuevo presidente ratificó que aplicará un ajuste fiscal del 5 % (unos U$S 20 mil millones) del PBI que, prometió, caerá “casi totalmente” sobre el Estado y no sobre el sector privado, y confirmó que “limpiará“ los pasivos del Banco Central y pondrá fin a la emisión monetaria, que a su juicio es la causa de la elevada inflación.
HIPERINFLACIÓN
Pero puntualizó que la política monetaria actúa con un rezago de entre 18 y 24 meses, por lo que anticipó que la inflación permanecerá alta, y citó pronósticos privados que prevén tasas mensuales de entre el 20 % y el 40 % de aquí a febrero próximo.
Los datos que difundió Milei son mucho peores a los oficiales y entre ellos apareció uno de los fantasmas más temidos, el de la hiperinflación. “Nos dejan una inflación plantada del 15.000% anual”, advirtió.
“Nuestro objetivo es hacer todo lo posible para evitarla”, subrayó. El riesgo de fracasar supondría un crecimiento de la pobreza hasta el 90% y que la mitad de la población fuese indigente, es decir, no tuviese ingresos suficientes ni siquiera para comprar alimentos.
La receta propuesta por Milei sería “sudor y lágrimas”. Dio a entender, por ejemplo, que eliminará los subsidios al transporte público, al gas, la luz y el agua. Como marcó el diario español El País, las numerosas veces que remarcó la inevitabilidad de un ajuste recuerdan al eslógan político de la conservadora británica Margaret Thatcher en los ochenta: “No hay alternativa”. Milei prepara un gran paquete legislativo que enviará al Congreso en los próximos días y ha anticipado también que convocará a sesiones extraordinarias.
Hoy podría ser un día clave en los mercados aunque en principio no habrían anuncios. Se esperaba una conferencia de prensa del flamante ministro de Economía, Nicolás Caputo, pero anoche se aclaro que la brindará el vocero presidencial.
“Los argentinos de manera contundente han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. No hay vuelta atrás, enterramos décadas de fracaso y disputas sin sentido. Comienza una era de paz y prosperidad, de libertad y progreso”
“Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”
“No hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo. Todos los programas gradualistas terminaron mal, mientras que todos los de shock -menos el de 1959- fueron exitosos. Si un país carece de reputación, los empresarios no invertirán hasta que vean el ajuste fiscal”.
“No va a ser fácil, 100 años de fracaso no se deshacen en un día... pero un día empieza y hoy es ese día”.
“Lamentablemente, nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos había hecho ricos y abrazaron las ideas de la libertad y las ideas empobrecedoras del colectivismo. Durante más de 100 años los políticos han insistido en defender un modelo que lo único que genera es pobreza, estancamiento y miseria”
“Nos han arruinado la vida. Nos han hecho caer 10 veces nuestros salarios. Por lo tanto, tampoco nos debería sorprender que el populismo nos esté dejando 45% de pobres y 10% de indigentes
“Quien corta la calle no recibirá la asistencia del Estado: el que corta no cobra. Es un país que contiene a los que lo necesitan, pero que no se deja extorsionar. En cuanto a la clase política argentina, quiero decirles que no venimos a perseguir a nadie”
“Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina. Esto es, habrá luz al final del camino”
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