Violencia infantil: cómo salvar a los niños del calvario
Edición Impresa | 12 de Febrero de 2023 | 03:30

Camila Moreno
cmoreno@eldia.com
La Justicia pampeana declaró culpables a Magdalena Espósito Valenti y a Abigail Páez del asesinato de Lucio Dupuy, el hijo de 5 años de la primera. Lamentablemente, este caso que estremeció a toda la sociedad no es el único que se conoció en el último tiempo y cada vez más personas se preguntan qué se puede hacer para detectar situaciones de violencia en los hogares y evitar estos trágicos finales.
Días atrás, por ejemplo, una pareja ingresó a la guardia del hospital “Héroes de Malvinas” de Merlo con una nena de 2 años inconsciente. Según manifestaron, la noche anterior se había caído de la cama y recién al otro día había comenzado con vómitos. El personal del centro de salud inmediatamente confirmó la trágica noticia, Milena estaba sin vida. La versión vertida por su madre y su padrastro fue descartada rápidamente y la autopsia constató que la nena vivía un verdadero infierno, en el que era asiduamente golpeada por la pareja. El cuerpo de la niña presentaba una fuerte herida en la cabeza, marcas en el abdomen, traumatismo de cráneo y una fractura en la tibia derecha, que databa de un mes atrás. A todas esas heridas se le sumaban una laceración en el hígado con hemorragia interna, con una fuerte presencia de sangre coagulada en la cavidad torácica, indicio de que la pequeña agonizó durante horas.
Además del inmediato pedido de justicia, ante este tipo de casos surge una pregunta: ¿Se puede hacer algo antes de llegar a este punto sin retorno?
Lo cierto es que a estos niños no solo le fallaron sus padres, que en lugar de cuidarlos los sometieron a las peores vejaciones, sino que además las autoridades tampoco actuaron ante los indicios de violencia.
Los últimos meses antes de su muerte, Lucio ingresó en reiteradas ocasiones a la guardia, siempre presentando heridas provocadas por distintos golpes, mientras que en el caso de Milena, dos semanas antes de su fallecimiento la Justicia le había otorgado la tenencia a su madre, contra el pedido de su papá biológico, que aseguró observar un deterioro y malestar en el estado de la pequeña. La pregunta sobre si se podrían haber evitado estas muertes es difícil de responder, pero lo cierto es que sí se podría haber actuado de otra manera.
“Se puede prevenir”
“Tenemos que tomar conciencia de que en la mayoría de los casos se pueden prevenir situaciones con tal desenlace o no con ese desenlace”, aseguró Andrea Fabiana Lattaro, Licenciada en psicología (M.P 51262 UNLP) de la Ciudad y especialistas en el tema. Pero aclaró que “obviamente hay grados de violencia. Los que se han conocido en el último tiempo son casos extremos, que impactan emocionalmente por cómo terminaron. Pero siempre hay que denunciar al advertir alguna de estas situaciones”.
Si bien los casos de Lucio y Milena se “han mediatizado y es lo que hace que de alguna manera esto tenga mayor divulgación, lo cierto es que las situaciones de maltrato hacia los niños se han dado y se dan de manera corriente”, tanto en nuestra ciudad como en otras partes del país, aseguró Lattaro. Y detalló que la violencia no es solo física o psicológica, sino que responde a la vulneración de derechos. “También se puede considerar una suerte de violencia la negligencia en relación a sus cuidados, que no tengan resueltas sus cuestiones sanitarias, sus vacunas no dadas o que no estén anotados a la hora de su nacimiento ni inscriptos a la escuela o estén en situación de calle. Entendiendo entonces que esto responde a una situación de vulnerabilidad social también se puede decir que se trata de una situación de violencia”, explicó.
Ante estas situaciones, como actores sociales, lo que queda es intervenir, desde la escuela “al advertir si llega golpeado, si hay cambios de conducta, si hay cuestiones que verbaliza o pone en juego que marca diferencia en como venía o se comportaba”. Lo mismo desde el sistema de salud, si como sucedió con Lucio Dupuy, “el niño es llevado con golpes, quebraduras, fracturas o tiene muchas entradas al hospital o guardias hay que ver qué es lo que lo pone en riesgo. Ahí hay que indagar un poco más, qué le pasó”.
Golpes en Romero
Días atrás en Romero, una joven madre de 17 años fue filmada mientras maltrataba a su hijo de 1 año y 9 meses, al que golpeó tan fuerte en la boca que le arrancó un diente. Ante el llamado de atención de su cuñada, que fue quien grabó toda la situación, argumentó que el pequeño “la saca” y que el diente “le va a volver a crecer”. Ahora a la Justicia le resta decidir si el menor quedará al cuidado de sus familiares paternos que pidieron su custodia.
La intervención de esta persona que registró la situación fue clave para que se tomara conocimiento del calvario que vivía el nene. Pero muchas veces esto no ocurre y la relación establecida con los agresores o el miedo de que la violencia se vuelva en su contra limitan a los testigos, que prefieren no actuar por temor a las represalias. Ante esto existe “la línea telefónica 102 de denuncia gratuita que pertenece al organismo de niñez, es anónima y eso descomprime los reparos que se pueden tener por meterse en un lío al denunciar en una comisaría o fiscalía. La 102 es la forma que tiene el organismo de niñez de enterarse de lo que pasa y es la opción menos perjudicial para el que denuncia”.
“No cualquiera puede criar”
Tomar ciertas decisiones requiere de una minuciosidad para determinar qué es lo mejor para un niño, pero el problema radica en que a veces la línea que divide lo prudencial de lo que necesita el chico es muy fina y puede conducir a situaciones de violencia.
“La burocracia institucional hace que muchas veces se pierda tiempo por distintas situaciones y ahí es donde uno se pregunta ‘qué hubiese pasado si en lugar de haber esperado tres meses para tal decisión se hubiese operado antes’. En relación a eso creo que siempre se pueden mejorar los tiempos, ya sean judiciales como de todos los organismos del Estado”, manifestó. Y remarcó: “Siempre se puede mejorar en los tiempos”.
En la línea 102, que es gratuita, se pueden denunciar casos de violencia contra menores
Pero estas demoras responden a definir qué es lo mejor para el chico y ahí hay que tener en cuenta diferentes factores, pero sobre todo dejar de lado muchas costumbres que se arrastran desde hace años como el “preconcepto general y dicho popular, que todos escuchamos, de ‘con quién va a estar mejor un niño que con su madre’ y esto es falaz porque quizás no sea la madre el agente de crianza con el que el niño esté mejor. Es algo muy subjetivo ese concepto, que quizás en realidad haya situaciones en esa mamá no pueda sostener la crianza”, desmitificó la especialista.
Es que en estos casos es cuando la consigna levantada en medio del debate por la legalización del aborto “la maternidad será deseada o no será” toma mayor relevancia, porque “si hay algo que atraviesa o define la maternidad es que está determinada por el deseo, habrá quienes quieran y quienes no”, sostuvo Lattaro.
Pero en el caso de que ese no sea el problema, que el querer no esté en cuestionamiento, es cuando entra el poder y muchas veces el agente de crianza -ya sea madre, padre, tío o abuelo- no pueden hacerse cargo porque está atravesando un contexto complicado que puede ser por “cuestiones psicológicas o por vulnerabilidad social, lo que no le permite hacerse cargo del cuidado del niño, entonces es importante que sepa que puede acudir a un organismo del Estado para decir que no esta pudiendo con esta crianza y que necesita ayuda, sin que esto tenga que ver con que no quiere sino que no puede criarlo”, señaló.
“No cualquiera puede criar”, sostuvo la licenciada. Es que es una labor que contempla muchas aristas: hay que “sostener al niño emocionalmente y socialmente, además de darle todos los cuidados que necesita para crecer de manera saludable con sus necesidades emocionales y biológicas cubiertas”.
En estos casos lo más importante es la prevención y la intervención. Estar atentos a las señales, si bien muchas veces el chico no pone en palabras lo que le ocurre si lo hace mediante acciones, cambios de humor o de hábitos. Todos pueden ayudar desde su lugar, docentes, médicos, vecinos y conocidos. Lo importante es dar alerta a las autoridades y así evitar el desenlace fatal.
EL DIA consultó a la Municipalidad por datos sobre cantidad de casos de violencia contra menores registrados en los últimos años y no obtuvo respuesta.
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