El primer punto sumado tiene el valor de haber aguantado con un hombre menos

Durso fue figura clave en la resistencia albiazul. Su labor le sirve para afirmarse en el arco. Miramón y Steimbach también se hicieron notar

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

El vestuario visitante del estadio Florencio Sola se impregnó de una atmósfera muy parecida al desahogo. Sin haber ganado, con el primer punto conseguido en la tercera fecha del campeonato, Gimnasia disfrutó entre abrazos cargados de emotividad y felicitaciones mesuradas.

Al igual que ante Defensa y Justicia, hace un puñado de días, debía evitar la derrota. Aquella tardecita no pudo, ayer sí.

Con un perfil de equipo solidario, que no es poca cosa, y algunos rendimientos interesantes que propiciarán comentarios positivos durtante los próximos días, el Lobo de Chirola Romero arrancó. Eso fue lo que ocurrió. Empezó a sumar y el mérito alcanza la genuina dimensión que le otorga el dificilísimo contexto donde se gestó.

Gimnasia, un equipo aboslutamente enfocado en la severa etapa de reconstrucción, sintió ante Banfield que, despacito, puede encaminarse hacia el objetivo que sus hinchas esperan.

Después de haber sentido orfandad, y todavía invadido por una lógica preocupación, presume que la misión de ser competitivo no es imposible.

 

No haber perdido es el gran mérito. La semana será mejor y tendrá un clima de trabajo muy distinto

 

El campeonato que está jugando Gimnasia tiene particularidades vinculadas en extremo a su coyuntura. Cada uno debe enfocarse en la realidad que le toca afrontar día a día.

Este cero a cero que muchos ojos no mirarán (el partido fue de escaso relieve técnico y pasará inadvertido en la cobertura periódistica general) fue observado por cada socio e hincha mens sana teniendo a la necesidad como fastidiosa compañera de la calurosa tarde.

La principal meta albiazul es llegar al final de este torneo ileso en lo matemático, lejos de cualquier precipicio y con valiosas conclusiones que le permitan estar erguido para afrontar el segundo semestre con mejores expectativas.

miramón, durso y sánchez están pasando la prueba con éxito

Cada partido es una historia diferente. Cada rival exige distinto. Luego de errores lógicos y de facturas que tuvieron que pagar en la ventanilla de la falta de experiencia, hay pibes que se van curtiendo en la adversidad.

Tomás Durso ya tiene entre sus recuerdos más bonitos la actuación de ayer. Con dolores físicos, griterío hostil y hasta algunos proyectiles que lejos estuvieron de lastimarlo, edificó una performance de la que debe sentirse orgulloso.

El Taladro no llegó al gol principalmente por sus gruesas limitaciones, pero también porque el nuevo arquero titular de Gimnasia se lo impidió.

Felipe Sánchez, sobrio y más aclimatado a los roces de la primera división, va sumando minutos y vivencias que le servirán para su desarrollo como futbolista.

Ignacio Miramón, aun con el exceso de vehemencia que lo llevó a recibir la tarjeta roja, es uno de los mejores del equipo. Ante Vélez, frente a Defensa y Justicia y contra Banfield demostró cualidades que seguramente profundizará con el correr de los partidos. La expulsión le baja concepto en la calificación, pero de ningún modo opaca su manera de transitar la mitad del campo ni su compromiso con el juego.

 

Volvió Tarragona y la esperanza por atacar mejor crece. Arriba está la gran deuda del equipo

 

Cualquier crisis, por más complicada y antipática que resulte, abre un espacio de oportunidades. Este caso no es la excepción. Así como Alan Sosa y Rodrigo Castillo están teniendo dificultades para hacerse notar con virtudes, los antes citados están perfilados como para asegurarse mayor protagonismo. Algo parecido ocurrió con Alexis Steimbach. Tuvo una oportunidad de gol (muy bien abortada por Cambeses) y un par más de intervenciones que empujan a pensar que seguirá en el equipo titular.

Que quede claro. Lejos de la brillantez, Gimnasia fue capaz de cumplir con el objetivo de regresar sin rasguños. No haber perdido es mucho. Le servirá para mantener sana su autoestima, para engordar el optimismo y, al mismo tiempo, para ir madurando como nueva construcción colectiva.

Ya se ha escrito en estas páginas que nadie debe esperar que lo que vaya apareciendo en el horizonte sea sencillo de transitar. Teniendo claro ese diagnóstico, la vara de las ambiciones se posará en un lugar sensato.

Recién van tres fechas. El camino es largo. Gimnasia debe valorar cada punto que consiga. Este fue el primero. Sería ideal que actuara como una bisagra y pudiera transformarlo en el prólogo de su primer triunfo.

 

Gimnasia

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