Jura y tensión en la asunción de Rossi

El acto fue en la previa de la reunión de la “mesa política” y sólo contó con el ministro De Pedro por el kirchnerismo. Además, no se hizo presente ningún gobernador. Sí gremialistas “albertistas”

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Por EMILIANO RUSSO

efrusso@eldia.com

La asunción de Agustín Rossi como nuevo jefe de Gabinete repitió la escenografía que tuvieron la jura de Juan Manzur y Sergio Massa -fueron sendos actos en el Museo del Bicentenario con “hinchada propia”-, pero la ceremonia de ayer no logró opacar la tensión existente en el oficialismo por la improvisada convocatoria a la Mesa del Frente de Todos, que hoy comenzará a sesionar en la sede histórica del PJ (ver aparte).

Unos 300 invitados, en su mayoría albertistas- se agolparon durante la víspera en el subsuelo de Casa Rosada para la tercera jura del “Chivo” Rossi como integrante del gabinete: antes había sido ministro de Defensa e interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Entre la concurrencia había sindicalistas como Héctor Daer y Carlos Acuña, de CGT, pero también Hugo Yasky y Roberto Baradel, de la CTA de los Trabajadores, más cercanos al kirchnerismo. Sin presencia de La Cámpora, salvo el ministro Wado de Pedro (Interior), sólo se contaban dos dirigentes adscritos al cristinismo, como el Procurador del Tesoro Carlos Zannini.

El saliente interventor de la AFI viene manteniendo un vínculo distante con Cristina Kirchner desde que ésta decidió jugar con el gobernador Omar Perotti (Santa Fe) y enfrentarlo con otra lista en las legislativas de 2021. Por eso no extrañó su alineamiento a Alberto Fernández cuando se agudizó el enfrentamiento entre la Casa Rosada y el kirchnerismo tras la firma del acuerdo con el Fondo Monetario.

Desde hacía un año se venía hablando en los pasillos de Casa Rosada sobre la probable vuelta de Rossi al gabinete cuando comenzó a mostrarse en los medios como una suerte de escudero del jefe de Estado: finalmente ésta se concretó en junio pasado cuando asumió como titular del organismo de inteligencia. Pese al bajo perfil que requería el cargo, siguió haciendo política en actos realizados en el interior bajo el paraguas de su agrupación, la Corriente Nacional de la Militancia.

LA MARCHA

Ayer hubo una nutrida delegación de militantes del sello político nacido en Santa Fe y desde donde surgió una ovación hacia el flamante funcionario que, incluyó, una repetida entonación de la marcha peronista, algo que no había ocurrido durante la asunción de Massa –cuando sí se cantó por el Frente Renovador- y de Manzur. Lo cierto es que durante la ceremonia de la víspera el Presidente agradeció al dirigente tucumano su labor en la Jefatura de Gabinete y luego se ilusionó con trabajar codo a codo con Rossi “para preservar la unidad” del FdT.

Es que desde un comienzo quedó en claro que el acto de ayer no reunía las características de un relanzamiento de gestión sino que obedecía a la necesidad de suplir la salida de Manzur, que retoma la gobernación tucumana para hacer campaña rumbo a las elecciones distritales del 14 de mayo. No hubo un solo gobernador presente en el Museo del Bicentenario y sólo asistieron dos intendentes del Gran Buenos Aires, Fernando Espinoza (La Matanza) y Secco (Ensenada).

Hubo dirigentes de partidos que integran el FDT, como el exdirector del Banco Nación, Claudio Lozano, de Unidad Popular, que no han sido invitados a la Mesa Nacional que sesionará hoy desde las 19.

El comentario general era que sólo fueron convocados funcionarios peronistas y del massismo. Por eso desde distintas usinas de la coalición oficial sostienen que la convocatoria ha sido por lo menos “desprolija” y que sólo servirá para mostrar una “foto” que intente contener las evidentes tensiones internas. Nadie espera que haya definiciones sobre las candidaturas. “Es humo. No se va a decidir nada”, se lamentó uno de los integrantes de la mesa chica cegetista.

En el kirchnerismo siguen sosteniendo que “Alberto se tiene que bajar” porque “tira para abajo” la propuesta electoral del oficialismo. Traducido: no lo acompañan los números de los sondeos de opinión para competir con JxC.

Por eso ha comenzado un operativo clamor para volver a posicionar a Cristina como candidata a presidenta que, en verdad, se da de bruces con el relato de la “proscripción” por la condena que sufrió en la casa Vialidad. Los delegados de la Vice en la Mesa, como De Pedro, Axel Kicillof y Yasky, llevarán esta consigna -la necesidad de “romper la proscripción”- al encuentro previsto en el histórico edificio de calle Matheu 130.

Mientras, funcionarios cercanos a Alberto Fernández presentes en el Museo del Bicentenario, insisten con el intento de reelección del jefe de Estado. En el fondo, esa divergencia en el seno del oficialismo no ha sido saldada. Tampoco se va a resolver en el encuentro de hoy que incluirá la difusión de un documento “lavado” que al cierre de esta edición era consensuado por los organizadores.

 

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