Las cianobacterias, otro foco contaminador en las aguas del Río de la Plata

Hace ya mucho tiempo que las cianobacterias se encuentran presentes en aguas del Río de la Plata, en las costas y playas de Berisso y Ensenada, en una situación que originó el alerta rojo fijado el fin de semana pasado –ahora bajado a naranja- en la Región. Sin embargo, el hecho de que proliferen aún y se mantengan en los niveles más altos de presencia en la zona de Quilmes, justifica sobradamente los alertas y las recomendaciones existentes, entre ellas la de no ingresar al agua.

Las cianobacterias, que derivan de las algas y otras plantas acuáticas, pueden producir una amplia gama de toxinas (cianotoxinas). Este es tal vez el mayor peligro asociado a los eventos de floraciones donde se acumulan miles de millones de células que liberan toxinas. Para su medición existen los “ciano-semáforos” que, en los últimos días, bajaron de a naranja. Esos equipos tienen también las luces amarilla (riesgo bajo) y la verde (sin riesgo)

Consultadas por este diario fuentes de la empresa ABSA sobre la eventual incidencia que podrían tener las cianobacterias en el proceso de potabilización del agua, que luego se distribuye para el consumo, no habían ofrecido respuesta.

En otros organismos con incumbencia se señaló que si bien el descenso de la temperatura indica menores posibilidades de desarrollo para ese tipo de algas, el proceso que se advierte en una temporada con olas de calor como la de este año, demandará más tiempo para revertirse.

Las cianobacterias son “manchas” en el agua de color verde o azul verdoso y algunas pueden ser letales para las personas. Los especialistas recomiendan evitar el contacto con el agua, de percibir olor o color en el río, y trasladarse a un centro médico. En este caso puntual, se advierte que pueden percibirse manchas verdes dispersas en el agua. En el caso de bañarse o simplemente tomar contacto con el agua, se recomienda enjuagar la zona luego, con agua limpia.

Algunos de los síntomas de intoxicación producida por estos micro-organismos son diarrea, vómitos, dolores y debilitamiento muscular, dolor de cabeza y alergia en la piel. Cabría recordar que, con el inicio de la temporada de playa. Se dispuso también la colocación de una bandera -al estilo de las que señalan el estado del agua y el viento-, que indica el riesgo por cianobacterias.

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A grandes rasgos, debe señalarse que desde hace mucho tiempo los expertos vienen señalando que el Río de la Plata, por los diversos problemas que presenta el estado de sus aguas, demanda una política de saneamiento integral. Los niveles de contaminación orgánica e inorgánica son sumamente elevados.

Con su cauce afectado por efluentes contaminantes de alta incidencia, no sólo es el más ancho del mundo, sino que, como se ha dicho, conforma una de las mayores reservas de agua dulce del planeta de la cual se sirven ciudades densamente pobladas –entre ellas La Plata, Berisso y Ensenada- lo que obligaría a realizar continuas tareas de revisión de y depuración de sus efluentes.

Particularmente, en cercanías de nuestras costas abundan los focos de contaminación que, sobre todo en el verano, conspiran contra la salud de los miles de turistas que acuden a sus playas.

Por ello corresponde señalar que ya está sobrada la hora de que las autoridades responsables se decidan a enfrentar este gravísimo problema, haciendo disminuir en forma drástica las causas que lo originan.