“Soy extremadamente activo y hacer ejercicio es fundamental”

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Aníbal Camacho, es un solucionador de problemas. Siempre está pensando cómo arreglar problemas: desde los domésticos hasta los de los incendios forestales de Cataluña. “Les mandé una carta y me respondieron que se la reenviaron al área de prevención de incendios. Soy un aparato”, dice, se ríe y recuerda otra idea que tuvo no hace mucho: “cuando fue el episodio de Chano, que terminó herido de bala, diseñé un arma para que la policía utilice sin lastimar a las personas, le iba a llevar el proyecto al ministro de Seguridad, Sergio Berni, pero no fui”. Como esa nota, este jubilado de 72 años escribió varias notas a distintos funcionarios. Algunos le respondieron, otros no, y con eso se entretuvo siempre, aunque desde que no trabaja se toma más tiempo para desarrollar sus análisis y varias cosas más.

Antes de jubilarse en 2016, Aníbal cambió los muebles y se organizó: compró aparatos para armar un mini gimnasio en su casa y dos bicicletas, para poder prestar una si sale a andar con alguna amiga. “Cuando tenía 13 años murió mi mamá y quedamos tres hermanos con mi papá. Yo me hice cargo de mi casa. Limpiaba, administraba la plata, cocinaba y arreglaba lo que se rompía. De ahí que sé hacer todo lo doméstico y busco soluciones. Y como desde años vivo solo, no me queda otra que encargarme de los quehaceres domésticos”, explica este vecino de Gonnet.

 

“A veces me despierto a la madrugada porque se me ocurren cosas, entonces las anoto”

 

“Soy extremadamente activo. A veces me despierto a la madrugada porque se me ocurren cosas, entonces las anoto; pueden ser soluciones o poemas de amor. Después cuando me levanto releo. Tengo un cuaderno lleno de anotaciones”, cuenta y pasa a relatar su rutina diaria: “ni bien salgo de la cama abro toda la casa, me hago el desayuno, tiendo ropa, hago mandados, plancho, preparo el almuerzo. Riego porque tengo muchísimas plantas, y cuando se va terminando la tarde, tomo mate, ando en bicicleta por la República de los Niños o hago ejercicio y después preparo la cena, Y que nadie me robe ese momento porque para mi la cena es importantísima. Ahí miro algo de televisión o busco alguna película, que pueden ser dibujos animados antes de irme a dormir”, enumera, aunque destaca que fue de grande descubrió la pasión a la que ahora puede dedicarse.

“Siempre hice dibujo técnico en el trabajo, pero lo que realmente me interesaba era pintar en óleo. Un día pasé por un atelier y me quedé mirando la vidriera, luego pasé otra vez y entré a preguntar por clases”, así comenzó a experimentar el arte sobre el lienzo y no paró más. Ya no toma clases, pero su casa parece una galería de arte llena de cuadros de pintores famosos que recrea. “Durante la pandemia pinté la Última cena´ de Juan de Juanes a mi manera. Después hice la Mona Lisa, me llevó diez meses. Ahora estoy con el nacimiento del niño Jesús”.

La cocina es otro de sus fuertes: “me gusta elaborar todo yo mismo, amaso tallarines, ravioles, me encanta”. Y le encantaría también poder compartir esos platos con alguna compañera, pero está teniendo suerte. “Estoy soltero, me casé y me fue re mal. Conviví con otra pareja 15 años y después he salido con muchas mujeres, pero no conviví mas. La que me gustaba, yo no le gustaba. Y ahora me di cuenta que las mujeres que conocí en los últimos cinco años no quieren cuidar viejos: comparten un rato y nada más. Ya se me dará”, dice este “romántico” que le ha “escrito poesías a muchas de sus compañeras”.

¿Cómo hace Aníbal para tener tanta energía? “Trato de no enfermarme y para eso analizo si hay algo que como que me hace mal, me cuido, hago ejercicio y voy a controles médicos de rutina. Pero hacer actividad física es fundamental”, cierra.

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