El clamor por Cristina lo llevan a todo el país

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El kirchnerismo duro, en rigor el que tiene epicentro en el Conurbano, ha evaluado que el último plenario que realizaron en Avellaneda para tratar de instalar la consigna de que Cristina sea candidata este año fue un éxito. Por eso resolvieron realizar otros encuentros de ese tipo en otros puntos del país e incluso en el interior bonaerense, un territorio difícil para la vicepresidenta.

 

También lo harán en el interior bonaerense, un territorio difícil para la Vice

 

“Luche y Vuelve” es la consigna principal, un “leit motiv” que tomaron prestado de la resistencia peronista de los 70. La supuesta proscripción de Cristina -que en verdad no es tal- es el combustible de las movilizaciones. Avanzar con el operativo es una decisión que se tomó el miércoles a la noche en la llamada “Mesa de Ensenada”, un espacio de debate del cristinismo que se traslada todas las semanas hasta la tierra del intendente Mario Secco. El hombre se ha hecho fama de buen anfitrión.

Suele ir Máximo Kirchner, pero esta vez no estuvo. Sí dijeron presente el gobernador Axel Kicillof, el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi (ambos hablaron el sábado pasado en Villa Domínico), los ministros provinciales Andrés Larroque y Cristina Alvarez Rodríguez, el diputado Leopoldo Moreau (que antes era radical), el berissense Fabián Cagliardi, el titular de la AFIP Carlos Castagneto, el jefe de asesores de Axel, Carlos Bianco y la platense Florencia Saintout.

La pata sindical estuvo representada por Sergio Palazzo (La Bancaria), Roberto Baradel (Suteba), Sonia Alesso (Ctera), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Mario Manrique (Smata) y Vanesa Siley (Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales). La lista de presentes es más larga.

Según trascendió, se decidió allí que el próximo encuentro se llevará adelante en el norte, en el NEA o en el NOA, pero no se definió exactamente el lugar ni tampoco la fecha. No tienen tanto tiempo: las listas cierren en tres meses y se supone que toda la movida es para convencer a Cristina de que revea su negativa a ser candidata este año. ¿A presidenta; a senadora? Lo que sea. Este grupo quiere verla en las boletas del oficialismo bajo la tesis de que es la que mejor mide dentro del espectro peronista.

De acuerdo a lo que se escuchó en Ensenada el evento del último sábado -multitudinario, mucha militancia joven- tuvo un alto impacto político. Parece una auto percepción supra valorada pero le sirve al grupo para seguir convocando a seguidores de Cristina con el lema de “romper la proscripción”. Explican: “Seguiremos exigiendo el cese de la persecución contra la líder política más importante del país”; y prometen seguir movilizándose “para reclamar por su inocencia”.

Este punto, el de la inocencia, no es lo que piensa la Justicia en primera instancia, que la condenó a seis años de prisión e inhabilitación permanente para ejercer cargos públicos por la llamada causa Vialidad, en la que se probó un direccionamiento millonario de la obra pública.

Esa condena en el lenguaje kirchnerista es traducida como proscripción pero en rigor, la vice podría presentarse este año como candidata a lo que quiera: desde concejal a presidenta. Es que su condena no está firme. No quiere porque, como ella misma dijo, prefiere evitar que la oposición juegue con la idea de que el oficialismo tiene a un postulante condenada.

Es claro que la nacionalización de la movida cuenta con el aval de Cristina que, según fuentes kirchnerista, quedó encantada con la movida del último sábado. Le atraería, especialmente, el formato de “plenario militante”, con mesas de debate. Que en rigor no es tal, porque no se debate nada, en el sentido clásico del término. Es que es obvia la uniformidad ideológica. En todo caso, sirven de catarsis.

 

El que se opone es Alberto, quien insiste con su idea de realizar las primarias

 

Más allá de las candidaturas, estos actos buscarían que Cristina no pierda la centralidad como la principal armadora de la oferta electoral del justicialismo. Que siga teniendo la lapicera, digamos. Lo dijo el propio Máximo cuando habló: “Construir ese lugar que le permita a quien diseñó la estrategia en 2019 que vuelva a diseñarla”.

El que se opone a esto es el presidente Alberto Fernández, quien insiste con su idea de realizar si o si las Primarias Abiertas para dirimir candidaturas.

El reloj está corriendo en el peronismo.

 

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