Alberto Angaut

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Alberto Guillermo Angaut, médico de dilatada trayectoria en la Ciudad, falleció días atrás y su partida provocó numerosas expresiones de pesar en distintos ámbitos y en particular en City Bell, localidad en la que residió casi toda su vida.

Había nacido en La Plata, el 8 de abril de 1936. Sus padres fueron Angélica María Luisa Rocha y Jorge Angaut. Creció junto a su hermano Jorge Justo.

Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional y al egresar forjó su formación superior en la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. Luego se especializó en Ginecología y Obstetricia.

Sus primeros pasos profesionales fueron en la guardia del Policlínico San Martín. También se desempeñó por un extenso período en el Hospital Gutiérrez y, a principios de la década de los ´70, fue uno de los socios fundadores de la Clínica City Bell.

También atendió en los consultorios de la clínica Mater Dei y de manera particular.

En el plano institucional, fue integrante de la Agremiación Médica Platense.

La medicina fue uno de los ejes de sus días y, en ese marco, se entregó a sus pacientes de manera responsable y humana. La llegada de un niño lo llevó a interrumpir centenares de acontecimientos sociales y familiares, pero él destacaba que el ejercicio de su profesión en una especialidad tan sensible era algo que no podía esperar.

Con apenas 17 años conoció a Marta Dillon, una quinceañera de la que ya nunca se separó y con la que compartió la vida a lo largo de casi siete décadas. En 1961 se casaron y la familia creció con los nacimientos de Alberto Patricio, Alejandro y Guillermo.

Amante de los deportes, de joven practicó Básquet en el Club Universitario. Sus tres hijos jugaron en La Plata Rugby y él disfrutó de acompañarlos. En ese club cosechó entrañables amistades.

En el plano futbolístico fue simpatizante de Estudiantes y -junto a sus hijos- acompañó al equipo no sólo cuando jugó de local, sino también por numerosas ciudades del país.

También, le gustaba viajar junto a su esposa por el país y por el exterior y participar de una intensa vida social. Siempre se hacía tiempo para compartir una cena o un café con los amigos.

Alberto Angaut fue un profesional dedicado, un hombre amable y cabal, valores por los que sin duda será recordado por quienes lo conocieron.

 

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