Jornada clave en el juicio oral por el homicidio de Lucas González

Por el caso, hay 14 efectivos de la Policía de la Ciudad sentados en el banquillo de los acusados. También hablarían los padres

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Los tres amigos de Lucas González que fueron testigos del asesinato del adolescente de 17 años con el que iban en un auto que fue atacado a tiros por una brigada de la Policía de la Ciudad, en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas, declararán mañana en el juicio al que son sometidos 14 efectivos de esa fuerza, al igual que los padres de la víctima, quienes recordarán a su hijo y lo que vivieron tras el crimen.

Fuentes judiciales confirmaron que Julián Salas, Joaquín Zuñiga y Niven Huanca, declararán en la audiencia que se desarrollará a partir de las 9, tanto en su carácter de testigos del asesinato como de víctimas, ya que los tres fueron sometidos a torturas por parte del personal policial que llegó al lugar tras el hecho.

También se espera que los padres de Lucas, Mario “Peca” González y Cintia López, declaren durante la misma jornada como testigos del debate que tiene a tres efectivos de la Policía de la Ciudad acusados del homicidio de Lucas y a otros 11 imputados del posterior encubrimiento y las torturas contra los otros tres chicos.

La segunda audiencia del juicio se desarrollará en la sala Auditorium de los tribunales federales situado en la avenida Comodoro Py 2002, en el barrio porteño de Retiro.

Los voceros judiciales dijeron que el primero en declarar ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 25, Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, será el papá de Lucas, tras lo cual lo hará su esposa y madre de la víctima.

La mujer estará acompañada por una psicóloga o psiquiatra y declarará en caso de que se encuentre en condiciones de hacerlo.

El abogado de la pareja, Gregorio Dalbón, dijo el deseo de Cintia de declarar sobre lo ocurrido la mañana en la que su hijo salió de su casa de Florencio Varela y fue a entrenar al club Barracas Central y también lo que vivió luego en el hospital donde Lucas estuvo internado y murió a raíz del balazo policial que recibió en la cabeza, donde, según el letrado, “fue tratado como un delincuente”.

“Cintia fue incorporada como un testigo nuevo, la citó la Justicia y ella quiere cumplir. Yo no la expondría, pero la decisión es de ella, que es la madre de la víctima”, añadió el letrado.

Luego será el turno de atestiguar de los tres jóvenes amigos de Lucas que estaban con él cuando el auto en el que se movilizaban fue atacado a tiros por la policía, en lo que se intentó hacer pasar como una persecución y tiroteo con delincuentes.

Según la instrucción de la causa, llevada a cabo por el fiscal Leonel Gómez Barbella, los cuatro se encontraban el 17 de noviembre de 2021 a bordo de un Wolkswagen Suran cuando fueron interceptados cerca de las 9.45 por un vehículo Nissan Tiida, sin identificación ni balizas, en el que iban tres policías de la Brigada de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, en el cruce de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield, en Barracas.

De acuerdo a lo que surgió de la pesquisa, los chicos prensaron que se trataba de ladrones que iban a robarles y aceleraron para escapar, por lo que comenzó una persecución en la que los tres policías dispararon hacia el auto e hirieron de muerte a Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital del Cruce de Florencio Varela.

En la instrucción del caso se estableció que tras recibir un tiro en la cabeza, Lucas cayó herido sobre las piernas de Salas, quien condujo algunas cuadras hasta que pidió ayuda a dos policías, que los trataron como delincuentes y los detuviero.

En tanto, Niven salió corriendo asustado hacia su casa y cerca de las 16 se presentó con su madre en una comisaría de la zona para ponerse a disposición de la Justicia.

En la escena del hecho, los adolescentes fueron señalados como presuntos delincuentes y, tras ser insultado, maltratados y esposados, fueron trasladados en calidad de detenidos al Instituto de menores Inchausti, desde donde fueron liberados tras comprobarse que, al igual que Lucas, eran jugadores de las inferiores del club Barracas Central.

GRAVE ACUSACIÓN

De las declaraciones de los adolescentes en la etapa de instrucción de la causa surgió que el inspector Gabriel Alejandro Issasi (41), el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37) -los tres policías acusados de homicidio- los amenazaron, les dijeron “villeros” y “negritos” y los mantuvieron esposados y tirados en el piso mientras Lucas agonizaba en el auto.

“Ah, sos de Varela, a los negritos como vos hay pegarles un tiro en la cabeza”, le dijo uno de los efectivos a Zuñiga.

“Villeritos”, “dónde tenés la falopa”; “dónde está el arma con que mataron a su amigo”, “hay que pegarles un tiro”; fueron otras de las frases degradantes que los policías les dijeron.

Según la causa judicial, a los tres adolescentes “los mantuvieron durante más de dos horas esposados contra el piso boca abajo y luego sentados”, sometidos a “tratos denigrantes e inhumanos, denotando un significativo odio racial hacia los mismos”.

Por tal motivo, Issasi, López y Nieva, quienes integraban la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, llegaron a juicio detenidos y acusados de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.

 

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