Reclaman obras para una escuela incendiada

La comunidad educativa de la Escuela Secundaria 22 realizará hoy a las 12,45 un abrazo simbólico y solidario para pedir la urgente obra de recuperación del edificio incendiado de 520 entre 138 y 139.

“Exigimos el inmediato inicio de las refacciones prometidas al edificio incendiado”, aseguran en un comunicado que difundieron ayer los integrantes de la comunidad educativa de la escuela de La Granja.

Hoy, docentes, alumnos, familias y comunidad educativa de la Secundaria 22 del barrio La Granja llevarán a cabo un nuevo abrazo solidario en reclamo de la inmediata refacción completa del edificio incendiado de 520.

Luego del incendio del 20 de noviembre pasado, que dejó al edificio escolar completamente inutilizable, la indignación de quienes pertenecen al colegio está en alza y plantean la necesidad de una “inmediata respuesta por parte de las autoridades”. Se realizaron actividades autoconvocadas como un abrazo y corte de calle a los dos días del episodio y una movilización a la Subsecretaría de Infraestructura Escolar poco después.

CLASES SALTEADAS

Desde que comenzó el ciclo escolar 2023 tienen que utilizar un sistema rotativo en el que hay cursos que van una semana los lunes, miércoles y viernes, y otra semana los martes y jueves, porque las aulas que quedaron en pie no alcanzan para todos.

“En la movilización realizada ante el área de Infraestructura Escolar, las autoridades de la misma se comprometieron ante nosotros en iniciar en pocos días una obra de refacción a realizarse durante el verano de 2023, que permitiera iniciar el actual ciclo lectivo en las condiciones que necesitamos para enseñar y aprender. Sin embargo, al comenzar las clases nos encontramos con que el edificio seguía igual de deteriorado, no se había hecho nada. Esto llevó a que, dado que solo se cuenta con el otro edificio del colegio (sobre calle 519), la única opción sea implementar un sistema de cursadas rotativas, por lo que los chicos van algunos días a clases y otros no”, explicaron integrantes de la comunidad educativa.

“Bajo el argumento de una falta de licitación de la obra para alguna empresa, hasta el momento solo tuvimos como respuesta la instalación de tres aulas “móviles” de paneles instaladas en un SUM del edificio de 519, y la demolición de algunas paredes del edificio incendiado bajo promesa de restauración de un pequeño sector para poder “adelantar” la obra”, agregaron.

INCERTIDUMBRE

Lo preocupante, aseguran docentes y familiares de los alumnos y alumnas, es que al finalizar marzo aún no saben cuándo van a contar con la refacción prometida del edificio completo, ni cuando la amplia matrícula del colegio podrá volver a tener clases en forma plena, normal, los cinco días de cada semana.

Según plantean en la escuela incendiada, “esta no es una situación aislada: el colegio venía siendo víctima desde hace mucho tiempo de diversos actos de vandalismo, así como de un claro deterioro edilicio que derivó, por ejemplo, en múltiples suspensiones de clases en invierno por el frío”.

En un contexto que consideran totalmente desfavorable para el normal desarrollo de las clases, los distintos integrantes de la Escuela Secundaria 22 afirman que se ven “obligados a seguir exigiendo que se cumpla lo prometido” y aseguran: “necesitamos condiciones edilicias dignas para estudiar”.