El modesto Gimnasia de Chirola se pone a salvo de las críticas jugando con el corazón
Edición Impresa | 5 de Marzo de 2023 | 06:51

Por MARTIN MENDINUETA
La prejuiciosa creencia que asevera que los hinchas de cualquier equipo no entienden razones y sólo mantienen la calma cuando su equipo logra buenos resultados, hoy en Gimnasia no se está cumpliendo.
En una coyuntura típica del fútbol nacional una victoria, dos empates y tres derrotas otorgan condimentos especiales como para que la queja y el tono elevado de los reproches se impongan por peso propio,
Este Gimnasia modesto tutelado por Sebastián Romero ha perdido más de lo que ganó (además, quedó eliminado muy temprano de la Copa Argentina) y, sin embargo, consigue que sus hinchas actúen, mayoritariamente, gobernados por la comprensión.
No es poca cosa. Ofrece la silueta de una excepción a la selvática regla de “si perdemos, se arma...”
Con seis fechas disputadas y a sólo quince días del próximo clásico, el pueblo tripero advierte algunos rasgos saludables que elige destacar para alimentar su optimismo.
Sin perder de vista que esto es por puntos y que debe sumar más, el diagnóstico generalizado refiere a un equipo que sabe lo que quiere, independientemente de que lo consiga o no.
El contexto influye. Otro Gimnasia, con más jugadores maduros y algunos refuerzos abrochados en el mercado de pases, que no le hubiera ganado a esta pobre versión de Colón de Santa Fe, la hubiese pasado mal.
Domínguez, Durso y Miramón fueron los tres mejores. Fueron pilares de un equipo que mereció ganar
En cambio, conociendo el paño (cuando a la gente se le dice la verdad se evitan inconvenientes), la paciencia gana terreno por sobre el disconformismo.
¡Por supuesto que hay límites! Si perdiera siempre, la situación sería diferente.
EN EL CAPÍTULO INICIAL DEJÓ UNA IMAGEN SERIA Y MUY ALENTADORA
La altísima sensación térmica no impidió que el pueblo gimnasista armara una gran escenografía en el estadio de El Bosque. Desde que asomó por la boca del lobo inflable, se advirtió claramente que estaba con toda la energía puesta en alcanzar el objetivo del triunfo.
La meta era seductora, se trataba de asegurar la segunda victoria en el campeonato.
Antes de empezar hubo un mensaje inconfundible: Aplausos para Pipo Gorosito y ovación para el actual entrenador mens sana.
Salvo por un remate de Benítez que Durso rechazó, en situación de mano a mano, saliendo a achicar y poniendo en tierra su rodilla derecha, la primera media hora resultó un monólogo tripero. Con la fuerza de Guillermo Enrique, la movilidad de Alan Lescano, el liderazgo natural de Miramón y las corridas por la banda izquierda de Benjamín Domínguez, Gimnasia dominó ampliamente y eso se tradujo en la llamativa cantidad de tiros de esquina que generó llevando peligro hacia el arco de Chicco.
Gimnasia se fue al entretiempo escuchando muestras de aprobación. Lo mereció. Este equipo modesto ensaya asociaciones coherentes y todo lo hace jugando con el corazón.
El tema fue que no pudo sostener la intensidad ni la precisión en el tejido de sus acciones durante el capítulo final.
CANSANCIO Y UNA MERMA COLECTIVA LO ALEJARON DE LA VICTORIA
Colón, mostrando poquito, emparejó bastante el trámite y hasta tuvo algunas posibilidades como para anotar. Allí repitió su eficacia Tomás Durso. El pibe que se mostró nervioso ante Vélez en la primera fecha, ayer lució sólido. Les brindó confianza a sus compañeros y respondió cuando fue exigido.
La mayoría de los hinchas le tienen paciencia al ciclo que nació como fruto de la necesidad
No fue una buena tarde Tarragona, le costó entrar en juego y tampoco lo asistieron como necesita cualquier centrodelantero. De todos modos, su titularidad no debiera entrar en zona de debate. Es la principal referencia del ataque y su peso específico en la convivencia con los zagueros rivales es clave para tener presencia preocupante adentro del área.
LA BASE DEL EQUIPO ESTÁ Y ALGUNOS NOMBRES SEGUIRÁN ROTANDO
El próximo sábado, cuando le toque enfrentar a este duro San Lorenzo de Rubén Insúa, probablemente haya algún retoque en la planilla titular.
Chirola ya tiene una base importante. Probó a Enrique más adelantado y algo aportó en ese perfil más ofensivo.
Los mediocampistas externos y el compañero de Tarragona (sería justo que continuara Domínguez) son los puestos que, todavía, no tienen dueño.
Mientras sume y muestre ideas claras, seguirá adelante sin que le pasen facturas hirientes.
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