Marina Castillo: el toque de frescura y humor de “ATAV”

La actriz que la rompió como Perla en “Educando a Nina” ahora es parte de la ficción de El Trece como Doris, la mucama de los villanos que dará de qué hablar en la tevé. En teatro, vuelve en mayo con “Feíta”, su unipersonal

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Son días de mucha emoción para Marina Castillo, la actriz y humorista que tiene en el aire del prime time de El Trece un personaje que seguramente dará de qué hablar este año. En la segunda temporada de “ATAV”, que busca imponerse de a poco en la pantalla chica, le da vida a Doris, una criatura simpática con la que la actriz bahiense, que vivió y se formó en teatro en La Plata, sueña con alcanzar la misma popularidad que experimentó con su Perla en “Educando a Nina” (2016).

“Esperemos”, se ríe la virtuosa intérprete, sobre un personaje que, según adelantó, “irá mostrándose y creciendo de a poquito”. Las devoluciones de sus compañeros ya la hicieron ilusionar: “me decían que iba a pegar” y las primeras reacciones del público le dan la derecha.

Es que su Doris, al igual que su recordada Perla, “son personajes que tienen mucho de antihéroe y, por eso, generan mucha identificación en el público”, destacó. La de ahora es la empleada doméstica de los Machado (Gloria Carrá y Federico D’Elía), una mujer “de una clase social baja que rema mucho para poder sobrevivir” y que se diferencia de sus patrones, que son “los malos de la novela”.

“Pero Doris es buena, siempre tira para el lado del bien, y eso también va a hacer que el público se identifique con ella”, aseguró Marina, sobre una papel que “tiene mucho humor” y con la que regalará “escenas muy pero muy graciosas”, sobre todo, las que realizó en dupla con su jefa ficticia.

Su Doris es un eslabón clave entre los Machado: mucama con cama adentro desde hace casi veinte años, ha criado a los hijos del matrimonio y ha sido testigo de muchas situaciones comprometedoras. “Y ahí estoy yo en medio de secretos, de misterios, de tironeos familiares”, reveló la intérprete, feliz por haber podido darle vida a este personaje que, si bien tiene mucho de comedia, también le permitió mostrar un costado no tan explorado en su carrera, con “escenas más profundas, más dramáticas” acorde con las temática que aborda la ficción.

Una ficción que “cumple una misión social” al estar atravesada por “temas sobre los que todos deberíamos poder reflexionar”, remarcó Marina, convencida de que “es una gran oportunidad que haya una novela donde todas las noches en las casas se hable de los desaparecidos, del HIV, de la comunidad LGTB y de los derechos humanos”.

Pero más allá de las conversaciones que pueda inspirar en las familias, destacó el hecho de tener una “hermosa historia, que está re linda contada, con una producción increíble” y que merece una oportunidad de la audiencia.

Los que todavía no se han prendido, tienen chance: los episodios ya estrenados, se pueden ver en YouTube. Y los que no se animan porque se trata de una secuela, anímense, aconsejó Castillo, porque aunque hay historias que han continuado con nuevas generaciones de personajes, son de lectura independiente.

Ambientada en los 80, la caracterización de “ATAV” le pareció “fascinante” y todo un desafío. No tanto por el vestuario, en tanto su Doris luce principalmente su traje de mucama, sino sobre todo por la forma de hablar. “Teníamos que cuidar mucho el vocabulario para mantener la veracidad de la época sobre todo por los modismos que uno usa ahora y que antes no existían”, contó sobre cómo la producción cuidó todos los detalles durante un rodaje que se llevó a cabo entre mayo y diciembre del año pasado.

Sorprendiéndose con cada episodio que sale al aire, Marina celebró el hecho de que esta segunda parte de “ATAV” tenga lugar en una televisión nacional que divide su programación entre programas de telerrealidad, de entretenimiento y de panel, además de los culebrones extranjeros.

“Es una alegría enorme que vuelva la ficción. Estamos todos muy contentos porque no solamente es trabajo para los actores y las actrices, sino también para todo el equipo técnico, que es un montón de gente que está detrás del proyecto”, manifestó.

Castillo, que en 2008 comenzó a trabajar en televisión, convocada por Roberto Pettinato para participar de “Un mundo perfecto”, también fue parte de “Fanny, la fan” y “Sin codificar”, el tanque humorístico que la tuvo entre sus protagonistas, en su mayoría varones. Su sueño, según contó, “es tener un programa de humor íntegramente realizado por mujeres”.

Con una trayectoria que, básicamente, se desarrolló sobre las tablas, con muchos proyectos de teatro independiente, Marina se prepara para volver con su exitoso unipersonal, “Feíta”, que desde mayo tendrá espacio los sábados a las 20.30 en la cartelera del porteño Nün (Ramírez de Velasco 419).

A través de seis personajes, “Feíta” habla sobre el bullying y “las etiquetas que nos quiere imponer la sociedad y el entorno familiar y que uno tiene que romper para encontrar su propia libertad”. Un espectáculo “que tiene mucho humor pero también mucha profundidad porque es muy reflexivo”, según definió.

Con “Feíta”, que escribió y protagoniza desde hace un año y medio, Marina tiene planeado seguir rodando, incluso, espera poder traerlo a La Plata, una ciudad con la que tiene un fuerte lazo. Es que la actriz, que nació en Bahía Blanca y que hizo el secundario en Algarrobo, se mudó a los 18 a nuestra ciudad, en donde la recibió la Facultad de Periodismo. Y en medio de las clases de comunicación social, Marina se encontró con el teatro, y comenzó a formarse en espacios como el Rambla o el Princesa, con maestros como José Luis de las Heras y Beatriz Catani.

“La Plata fue mi cuna en todo sentido. Allá aprendí y crecí un montón”

“La Plata fue mi cuna en todo sentido. Es una ciudad que me dio un montón y en la que crecí mucho. Tengo muchos amigos y por eso vuelvo cada tanto”, reconoció la artista.

Tras su residencia en suelo platense, Marina se mudó del otro lado de la autopista. Su formación continuó con Norman y Mariana Brisky, Cristina Banegas y hasta Eric De Bont en España.

Entre sus obras más destacadas en el off, se encuentran “Lo sé todo”, “Cómicas”, “Un clavo en el Corazón”, “Las lágrimas que me tragué” y “Animales”, en estas últimas tres, participando no sólo como actriz sino también como dramaturga.

 

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