Preocupa un excomercio intrusado en pleno centro
Edición Impresa | 29 de Abril de 2023 | 03:13

Una esquina céntrica con historia es motivo de preocupación entre los vecinos y los comerciantes que la rodean.
La propiedad de las calles 9 y 45 donde durante años funcionó una tradicional panadería se encuentra en total abandono, destruida y convertida en un enorme basural que es utilizado por personas extrañas para dormir y pasar el rato.
En tiempo de la pandemia el negocio cerró y desde entonces el inmueble está a la venta. Por largos meses, el local se mantuvo bien cerrado y a la gente del barrio no le generó ninguna inquietud en particular. Pero ahora se siente permanentemente en peligro, ya que, según han detectado algunos vecinos, el lugar le sirve de “trampolín” a delincuentes para cometer asaltos en propiedades aledañas.
Al terreno se ingresa con una gran facilidad. Hay dos puertas, dos ventanas y un par de esas aberturas se encuentra entreabierta.
El interior del exlocal muestra sobrados indicios de que en el lugar pernoctan personas: en medio de residuos de distinta naturaleza (vidrios rotos, escombros y mobiliario derruido que en su momento participó de la actividad de comercio) hay ropa que, se nota, es de reciente uso, mantas, colchones, algunos utensilios y restos de envases de alimentos y bebidas.
“Varios de nosotros vemos entrar y salir a distintas personas, y sabemos que también se quedan a dormir. La verdad que tenemos mucho miedo porque el lugar está abandonado; por ahí pasan con facilidad a otras casas y en el barrio se registraron varios robos. Encima es una esquina muy oscura y hasta tenemos miedo al llegar a nuestras casas”, planteó una mujer que vive muy cerca de esa esquina.
Al traspasar la puerta que no está cerrada del todo se advierte, además, que el interior no está del todo demolido, pues quedó parte de lo que fue un baño, algunas paredes y una escalera que va hacia un primer piso.
Hace meses que los vecinos se contactaron con la inmobiliaria que tiene a su cargo la promoción de la venta de la propiedad. Están reclamando medidas para evitar que sigan entrando y saliendo del lugar personas ajenas al barrio, pero no lo consiguen.
“Nos dijeron que iban a hablar con los dueños, que son quienes tienen que hacer algo, pero no hemos tenido más que esa respuesta”, contó la vecina.
Lo que reclaman los vecinos y comerciantes de esa zona es que se tapie con ladrillos y materiales seguros todas las aberturas.
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