El vínculo entre un empresario suizo y la provincia
Edición Impresa | 30 de Abril de 2023 | 08:26

El empresario vitivinícola de origen suizo, Donald M. Hess, fue quien hace más de dos décadas decidió invertir en la creación de bodegas en la provincia de Salta para lograr los mejores vinos de altura del mundo.
Él falleció el 31 de enero, a la edad de 86 años, pero dejó tras de sí el legado de las dos bodegas icónicas que compró: Colomé y Amalaya, un proyecto que soñó cuando llegó al país en 1998 y se aventuró a plantar viñedos a más de 3.000 metros de altura. Actualmente son más de 280 hectáreas productivas y la compañía cuenta con más de 180 empleados.
Hijo de madre estadounidense y padre suizo, empresario vitivinícola con bodegas en Estados Unidos, Sudáfrica y Australia, cuando decidió invertir en el país prefirió el norte en lugar de Mendoza, la provincia que hace dos décadas comenzó a atraer la mayor cantidad de capitales extranjeros.
Hess se confesaba enamorado de Salta, particularmente de Cafayate, Cachi y Colomé, “por la sencillez de su gente”, describía. Sin embargo, los comienzos no fueron fáciles. La primera finca que adquirió fue El Arenal y estaba ubicada en Payogasta, a 15 kilómetros de Cachi.
Recién en 2001 pudo comprar Colomé, donde había plantaciones de uvas Malbec y Cabernet Sauvignon que databan del siglo XIX. Se trataba nada menos que de la bodega más antigua del país, fundada en 1831 por Nicolás Severo de Isasmedi y Echalar, el último gobernador colonial en Salta.
HOMENAJE
Allí, en la Bodega Colomé, expone una de las obras de instalación, cuya máxima artista referente es Marta Minujín. Tal cual se ve en la imagen, aquella pieza fue autoría de Leopoldo Maler en una expresión de homenaje a la libertad de prensa en nombre de David Kraiselburd, quien fuera director de EL DIA. Este trabajo artístico se conoce como “Hommage” y data de 1974.
La misma también se expone en LA galería del Museo Hess, en Napa, California (EEUU). Allí el creador originó la Fundación de Arte Contemporáneo.
Según admitió hace años atrás el propio Hess, Maler es uno de los artistas argentinos que integraban su colección. “Lo esencial del arte es que emocione. Si veo una obra y, esa noche no me despierto pensando en ella, entiendo que no me pertenece”, aseguraba Donald antes de partir.
SU APUESTA
Junto a su esposa Úrsula, Hess no solo supo ver el potencial del lugar apostando a aquellos viñedos centenarios, sino que fue por mucho más, explorando terroirs y climas cada vez más extremos, buscando nuevos estilos para los vinos salteños -sin perder su identidad- y ganando cada vez más prestigio y calidad.
La perseverancia de Hess tuvo su premio y, con el tiempo, sus bodegas lograron vinos de exportación y reconocimiento internacional. La bodega Colomé, además, se convirtió en una atracción turística que incluye un hotel boutique y el Museo James Turrel, que refleja otra de sus pasiones, que era el arte.
Hoy, quienes continúan su obra son su hija Larissa y su yerno Christoph Ehrbar, que desde 2017 están al frente del Grupo Colomé, integrado también por la bodega Amalaya, ubicada en Cafayate.
Expresión en homenaje a la libertad de prensa / Web
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