Un rosario de malos arbitrajes, el flagelo de Gimnasia en la primera parte del año

En el fútbol de los poderosos que tienen cada vez más, la aparición del VAR fue vista por muchas hinchas como un acceso a la justicia de los clubes no grandes, un poco de igualdad para que el pez grande deje de comerse al chico, sin embargo, los errores arbitrales no han disminuido. Al contrario, parecen multiplicarse, ahora con dos focos: lo que sucede en el campo de juego con el cuarteto arbitral y lo que sucede en una lejana oficina con los jueces a cargo del VAR.

En apenas 4 meses, Gimnasia ha sido perjudicado en varias ocasiones, con polémicas a partir de jugadas de interpretación. Nada que ver con lo de ayer, con un fallo escandaloso que privó al equipo de Sebastián Romero de una victoria clara en el final del juego ante Sarmiento.

Sin hacer un revisionismo histórico, en este 2023 el Lobo ha tenido fallos que le han hecho perder puntos, tan necesarios en momentos como el actual con un plantel escaso de experiencia pero que demuestra buenos rendimientos individuales y colectivos semana a semana.

La cuestión no es estadística: a Gimnasia le expulsaron dos jugadores en el torneo (Ignacio Miramón frente a Banfield, Guillermo Enrique contra San Lorenzo) y uno en la Copa (Mastrángelo). Pero le cobraron seis penales en contra, con Defensa y Justicia, frente al propio Ciclón y ante River Plate, (los últimos dos en condición de visitante por la Liga Profesional) y tres penales por la Copa Sudamericana, todos en el Bosque.

Es recordado el partido frente a Barracas Central por la quinta fecha del campeonato. Un equipo que genera suspicacias por ser el club del titular de la AFA, Claudio Tapia. Esa tarde Gimnasia jugó un mal primer tiempo pero pudo darlo vuelta y entre el VAR y el árbitro dijeron no. Primero Cristián Tarragona anotó el empate con una gran definición tras una jugada personal de Benjamín Domínguez, que envió el centro luego de un rebote en un defensor de Barracas y después en su mano. El árbitro del encuentro, Nicolás Lamolina, revisó la jugada en la pantalla y lo anuló.

En la última del partido, otra vez Domínguez hizo una jugada sobre la izquierda, que terminó en un remate de Maximiliano Comba y luego un cabezazo de Leonardo Morales para el empate. Lo curioso fue que Lamolina hizo la señal de offside sin que el línea levante la bandera, aduciendo que le habían cantado un delay de bandera por el intercomunicador. La curiosidad fue que cobró cuando la pelota estaba ingresando al arco, cuando la sugerencia es que se deje terminar la jugada.

Más allá de cuestionamientos como una infracción ded Alan Rodríguez que para Silvio Trucco no fue casi nada pero para el jugador ya dos meses de inactividad, hasta el perjuicio del sábado donde Gimnasia peor la pasaba era en la competencia sudamericana. Primero por la mano cobrada a Miramón contra la U y luego por los dos penales favorables a Goiás.

Ante el equipo peruano, Nelson Cabanillas sacó un centro, el cuál terminó impactando en el brazo del volante Ignacio Miramón, de espaldas a la acción. Para el árbitro, tiro de esquina, pero luego de la insistencia del VAR, el uruguayo Andrés Matonte cobró el penal que Alexander Succar cambió por gol.

Peor todavía le fue a Gimnasia contra Goiás, también en el Zerillo. El alternativo tripero estaba muy bien, tenía el partido controlado y en una contra se fue Peixoto, quien forcejeó con Diego Mastrángelo. El VAR llamó al árbitro a que vea la jugada y luego de descartar una posición adelantada, el ecuatoriano Luis Quiroz cobró penal y expulso al defensor tripero. Vinícius Silva convirtió el 1 a 0 para los brasileños. Minutos después, sin VAR de por medio, el juez sancionó otro penal, esta vez de Tomás Fernández sobre Matheus Peixoto dentro del área, quien ejecutó para marcar el segundo. Minutos después, sancionó una mano ante una entrada al área de Leandro Mamut pero el VAR le hizo cambiar la sanción. Correcta sanción, porque no era penal. Como tampoco lo habían sido los otros dos.

Esa máxima de que “el fútbol te da y te quita” no se ha cumplido en este campeonato. Con fallos adversos que le costaron puntos, los ecos del bochorno arbitral del sábado en el Bosque prometen no cesar.