No sólo un problema de cantidad: para ocho de cada diez personas la educación empeoró

La formación de docentes en Argentina no sólo enfrenta un problema en la cantidad de graduados con respecto a la creciente demanda de la población estudiantil. Una encuesta nacional presentada por el Observatorio Hacer Educación semanas atrás puso de manifiesto que para ocho de cada diez personas encuestas la educación empeoró en el país durante los últimos treinta años y el principal problema es la capacitación de maestros y profesores.

El relevamiento evaluó las opiniones sobre la educación argentina por parte de la población general y la comunidad educativa. Como resultado, se hallaron dos importantes coincidencias entre ambos sectores: en primer lugar, la percepción de que el nivel secundario es el que tiene la peor calidad; en segundo lugar, que la formación y capacitación docente es el problema principal.

Según la encuesta, el 44% de las personas pertenecientes a la población general manifestaron que el principal problema de la educación es la formación y/o capacitación docente. Paralelamente, el 33% de los encuestados del sector educativo contestó lo mismo.

Al analizar las opiniones para los distintos niveles educativos en forma desagregada, el estudio muestra que son los docentes de la secundaria quienes reciben la peor valoración. Con una imagen positiva menor al 30 por ciento, los profesores del nivel intermedio contrastan con sus pares de los niveles inicial y universitario, los que son valorados por la población general con un 62 y 59 por ciento, y por la comunidad académica con un 67 y 70 respectivamente.

“Sin dudas, lo que se ve es que faltan herramientas para encarar la cotidianidad real de lo que sucede en el aula, especialmente en la secundaria”, sostuvo Aurelia Lupis, coordinadora del Observatorio Hacer Educación.

“Los indicadores muestran que el 80% de los docentes de nivel primario de gestión estatal participaron voluntariamente en acciones de formación continua. Es decir, los docentes se forman, pero el gran problema es que no hay estándares básicos de calidad. Nadie dice ´Bueno, estos son los contenidos y estos los estándares de calidad’. Nadie audita eso. Tampoco hay exámenes de evaluación ni reválida del título”, detalló Lupis.