Lleva 62 años al volante y es taxista “ilustre” de La Plata
Edición Impresa | 9 de Mayo de 2023 | 01:55

Testigo de todos los cambios que experimentaron las calles platenses en las últimas décadas, Américo Mario Viva obtuvo de sus colegas el reconocimiento de “taxista ilustre” por llevar 62 años en actividad de manera ininterrumpida. “Aprendí a manejar a los 15 y saqué la primera licencia a los 18, la Ciudad era otra, los mateos todavía paraban en la Estación”, recordó el hombre al que poco le pesan los 81 años a la hora de ganarse un peso.
Américo es platense y menciona que ahora trabaja la mitad de lo que trabajaba cuando sus jornadas eran de 12 horas, “pero el dinero rendía más”. No obstante asegura que no le resulta tedioso presentarse cada año para que le tomen las pruebas que le permiten renovar su licencia.
”A los 18 años me compré para trabajar mi primer Mercedes Benz 170 , cuando arranqué éramos unos 300 taxistas y ahora somos como 2.200; desde hace muchos años mi disco es el 212”, afirma el taxista.
Américo también recuerda los tiempos en los que se copaba las mejores paradas de la Ciudad por antigüedad y una de las más requeridas era la número 4, de 7 y 43, porque ahí paraba el Expreso Buenos Aires, un micro que conectaba La Plata con capital federal.
En un trabajo con tanta calle, las anécdotas son incontables, se ataja, pero Américo prefiere quedarse con aquellas que le dejaron enseñanzas. Entre ellas, menciona las veces que le tocó trasladar parturientas al hospital.
”Puede pensarse que hay que manejar rápido para llegar cuanto antes, muchas veces llegamos con el tiempo justo, pero lo mejor era ir despacio para evitar los baches y los sacudones”, afirma.
La calle lo expuso a momentos de vida o muerte en los que sintió necesario recibir capacitaciones e hizo cursos de Reanimación Cardiopulmonar - RCP-.
En tantos años trabajados Américo reflexiona que hasta cambiaron los códigos de la inseguridad. “En épocas de Cámpora unos presos que salieron de Olmos me desviaron con el auto y me sacaron todo, pero en ningún momento pensé que me podían matar, no se veía tanta crueldad como ahora”, apunta.
El taxista remarca que conoce cuáles son las zonas más complicadas en materia de inseguridad, pero que él se maneja por todas partes porque el trabajar de día le ofrece mayores garantías.
En tantos años el conductor también aprendió a detectar a aquellos pasajeros que no paran de charlar de los que suben al vehículo y apenas abren la boca para dar la dirección del destino.
No obstante, en los últimos tiempos el taxi también se convirtió en un espacio en el que se hace catarsis por la situación económica. “Lo que más repiten los pasajeros es que están atrás de las ofertas y que si pasan por la carnicería, tienen que seguir de largo por las verdulerías porque para todo no alcanza”, señala el taxista.
En muchas oportunidades trasladó gente conocida, como el boxeador platense José Menno, de respetada trayectoria internacional. Pero lo que aún lo asombra es la cantidad de preguntas que le hacen los pasajeros de tanto en tanto: “¿usted sabe quién cura el empacho?, ¿este barrio se inunda?, “¿la zona es tranquila?”.
En relación a si prefiere dar vueltas por la Ciudad en busca de pasajeros o esperarlos en la parada, Américo dice que esta última alternativa es mejor para cuando hay poco trabajo.
”Mi sueño es que todo mejore, un chofer que trabaja unas 12 horas y hace un promedio de 10 mil pesos, a duras penas se lleva 3 mil a la casa”, apunta.
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