La llegada de la ola polar y un alerta por las intoxicaciones con monóxido de carbono
Edición Impresa | 10 de Junio de 2023 | 03:44

Las advertencias y consejos formulados en las últimas horas por el Servicio Meteorológico Nacional ante la inminente llegada de una ola de frío, con lluvias, vientos y fuertes nevadas en varias provincias del país, replantea para la vida cotidiana de millones de habitantes la incidencia que suelen tener las intoxicaciones con monóxido de carbono, como producto del mal manejo o de del mal estado de los artefactos de calefacción hogareños.
Bien se conoce que estos accidentes son causantes de muchas muertes y de graves ulterioridades, como incendios que obligan muchas veces a realizar dramáticas evacuaciones.
Si bien el informe del SMN se registró en contrapunto con las temperaturas primaverales que se vienen registrando, tanto la inminencia de la temporada invernal como, por supuesto, los parámetros que utiliza el organismo justifican plenamente la advertencia sobre la llegada de una ola polar que también afectará a nuestra zona.
En cuanto al tema de las intoxicaciones, fue ponderada en su momento la iniciativa de la empresa Camuzzi de formular diversas precisiones destinadas a evitar accidentes hogareños.
Si bien se señaló que el gas natural es un combustible seguro, resulta fundamental estar atento al estado de los artefactos y de la instalación interna de la vivienda para evitar situaciones de peligro, fundamentalmente con el monóxido de carbono.
Los especialistas siempre enfatizaron en que son muchas las personas que se intoxican, e incluso mueren, en la Argentina y en el mundo a causa del monóxido de carbono.
Aunque este tipo de accidentes no ocurre solo en una estación determinada del año, las bajas temperaturas del invierno potencian la aparición de casos, porque se ponen en funcionamiento las fuentes de calefacción y se tiende a minimizar la ventilación de los ambientes.
El monóxido de carbono se genera por el mal funcionamiento de los artefactos a gas, la escasa ventilación y la falta de mantenimiento de las instalaciones internas. Es un gas altamente tóxico y, si es inhalado en grandes cantidades, puede provocar daños cerebrales irreversibles e incluso la muerte.
Desde luego que el uso de los pretéritos braseros, privados de todo sistema de ventilación, se traduce también en la presencia de un gas altamente tóxico en las habitaciones generalmente cerradas.
Tal como se ha señalado los síntomas de la intoxicación, que puede provocar un coma y la muerte, son dolor de cabeza, vómitos o náuseas, mareos, decaimiento, falta de aire y palpitaciones.
Ante los primeros síntomas, debe ventilarse la habitación en forma rápida, salir del ambiente y concurrir en forma inmediata a un centro de salud, donde se administrará oxígeno.
Por su parte, para quienes disponen de calefones o termotanques, más de una vez se ha recomendado que estos artefactos cuenten con una correcta ventilación al exterior, además de no calentar los ambientes con las hornallas de las cocinas y usar únicamente estufas a gas con tiro balanceado en las habitaciones.
Aun en situaciones que se presentan por accidentes o deficiencias como los arriba mencionados, distinto será el resultado si tales situaciones hubieran sido previstas por quienes las padecen, ya que el mejor remedio contra estas contingencias es la formación en las personas de una actitud preventiva natural y continuada, que posibilite evitarlos o mitigarlos en buena medida.
Por último, también debe tomarse muy en cuenta que las instalaciones de gas y las colocaciones de artefactos sean realizadas por gasistas matriculados, autorizados para actuar como tales.
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