Una familia padeció una millonaria entradera en su casa de Barrio Norte

Los tiempos de inseguridad que se viven en La Plata, determinaron que una situación de rutina como llegar o salir de una vivienda, a la hora que sea, represente un riesgo grave e inminente.

Son muchas las familias que ya padecieron esa realidad, a las que ayer a la mañana se sumó otra domiciliada en el Barrio Norte.

El lamentable episodio, de acuerdo a lo que pudo saber este diario, se produjo en una casa de 9 entre 33 y 34.

Una de las víctimas del ataque, Betina Mac Adden (49), repasó en la tarde de ayer con EL DIA, en la puerta de su vivienda, los angustiantes momentos que debió afrontar junto a su esposo, de 51 años, y el menor de sus hijos, de 16.

Precisó que todo se originó “a las ocho menos cuarto de la mañana”, cuando su marido y el adolescente se disponían a salir en el auto de la familia para cumplir con sus respectivas obligaciones.

En esas circunstancias, consignó que antes de que alcanzaran a cerrar el portón del garaje “llegó una moto y mientras uno se quedó afuera esperando (en ese rodado), se les acercaron dos hombres y una mujer, los tres con armas de fuego”.

Como ya es habitual en estos casos, de inmediato la banda encañonó a quien estaba al volante y lo obligó a ingresar así junto a su hijo al interior de la vivienda.

“PARECÍA DE PELÍCULA”

Mac Adden confesó luego que “cuando vi a mi marido y a mi hijo en manos de estos delincuentes, no lo podía creer. Parecía de película”, por supuesto, de terror.

Enseguida comentó que “uno de los ladrones cubría su cabeza con un casco de la moto, la chica con un pasamontaña y el otro muchacho con algo que no recuerdo bien”.

Al preguntársele sobre las edades de los asaltantes, respondió que “como cubrían sus rostros, no era fácil estimarlas, pero creo que tienen entre 20 y 30 años”.

“TODO EL TIEMPO PEDÍAN PLATA”

En relación a cómo se desarrolló este hecho de inseguridad, informó que “los delincuentes todo el tiempo pedían plata, era lo que más les interesaba llevarse de acá”.

“Les dije que podían llevarse el auto, computadoras, pero no se conformaban con el dinero que ya tenían y seguían exigiendo más”, agregó.

La mujer después reflejó que “mi hijo estaba llorando, a mi marido le pegaron una cachetada y, entonces, lo único que quería es que los delincuentes se fueran cuanto antes”.

Pero la banda apenas se quedó un puñado de minutos aterrando a esta familia y Mac Adden explicó por qué no se quedó más tiempo.

“Lo que pasa es que ni siquiera fueron hasta la planta alta, donde mi hijo de 19 años dormía, ajeno a todo lo que sucedía, porque rápidamente se apoderaron de los pesos y dólares que tanto buscaban”, admitió.

Cuando se le requirió saber el monto de dinero sustraído por este grupo delictivo, reveló que “en total nos robaron aproximadamente 2 millones de pesos”.

Informó que además engrosaron el suculento botín con “cuatro teléfonos celulares y algunas cadenitas de oro”.

“También nos llevaron los DNI y tarjetas de crédito y de débito de mi marido y mías”, completó.

“Se quedaron 5 minutos y se fueron, porque estaban seguramente conformes con todo lo que nos sacaron y porque además el cómplice de ellos que los esperó en la moto les gritaba `vamos, vamos´ a cada instante”.

Según pudo enterarse este diario, la Policía logró establecer por el sistema de rastreo satelital de uno de los celulares robados, que los asaltantes estaban en su fuga “en la zona de 529 y 122” , del barrio El Mercadito. De todos modos, nada se sabe sobre su paradero.