Otra vez la Provincia ante la alternancia cíclica de las sequías y las inundaciones

Un informe ofrecido en las últimas jornadas sobre una nueva herramienta de Google para alertar sobre inundaciones con un período de antelación de siete días -y teniendo a la vista los reiterados temporales que afectan a la Argentina y al mundo- constituye un valioso método preventivo basado en poder brindar a la población informaciones en los momentos que más la precisa.

La experiencia aquilatada en muchos años enseña que en numerosas ocasiones la gente no dispuso de preavisos frente a las inundaciones y que se vio de pronto sorprendida y en graves peligros por la aparición de esos fenómenos climáticos.

El desarrollo de alertas de Google, fundado en sus motor de búsqueda y en Maps, permitirá como se dijo anticiparse a los posibles riesgos de inundaciones con un periodo de antelación de una semana. Allí, se indica dónde y cuándo se desbordarán los ríos, mediante el proceso de fuentes de datos de acceso público, como partes meteorológicos o imágenes satelitales, tal como se detalló en el informe publicado en este diario.

En forma separada, pero con conclusiones que deben sumarse al contexto de ese adelanto digital, un especialista platense en el manejo de la política hídrica que debiera profundizarse en la Provincia, acaba de advertir que las obras realizadas en el territorio bonaerense “lejos se encuentran de ser suficientes para afrontar los desafíos que la naturaleza nos impondrá en un corto y mediano plazo”.

El informe enciende alarmas por el fenómeno de El Niño que, si bien aún no ha llegado a Sudamérica, las imágenes compartidas por la NASA evidencian que está evolucionando para arribar pronto a las costas del océano Pacífico. El científicos y varios de sus colegas en el mundo predijeron que este año, su presencia “será más potente que en años anteriores”, como ya sucedió en 2016, cuando causó estragos, “provocando graves incendios e inundaciones”.

Ante las devastadoras inundaciones que se suscitaron recientemente en Italia, la conclusión del experto platense fue que “la provincia de Buenos Aires no está preparada para el fenómeno meteorológico de El Niño, en el contexto del cambio climático”.

Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió sobre la llegada a nuestro país de lluvias excesivas a partir del actual mes de junio, en una instancia que se presentará luego de una sequía que generó una pérdida aproximada de 15.000 millones de dólares en las reservas de nuestro país.

La Provincia se encontrará así, otra vez bajo el influjo de la alternancia de los ciclos húmedos y secos, advertida por Florentino Ameghino hace más de un siglo. Al margen de que la sequía y los períodos lluviosos constituyen fenómenos naturales, obviamente inmodificables para el hombre, existen fórmulas como la propuesta en su momento por el sabio, referidas a la previsión y manejo que pueden morigerar los efectos de ambos ciclos climáticos.

Dos noticias, entonces, alertaron en forma coincidente sobre la llegada de una temporada de lluvias. La primera presenta la aparición de herramientas digitales que, de ser utilizadas con eficacia, permitirán evitar evacuaciones improvisadas y a veces tan dramáticas.

La segunda constituye una nueva referencia objetiva acerca de la necesidad de que la Provincia cuente con una política coherente, para evitar riesgos humanos y cuantiosas pérdidas, cuando ciudades, pueblos y la muy rica pampa húmeda pueden quedar expuestos al incontenible fenómeno de las inundaciones.