Los israelíes se hicieron notar: pasión desbordada en territorio argentino

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Tener la posibilidad de observar a once jugadores pateando una pelota ha sido la conexión más significativa de Matías Ini con sus raíces desde que sus abuelos llegaron a Argentina huyendo del Holocausto. La selección de Israel y muchos miembros de la colectividad judía viven días de pasión desbordada en el Mundial Sub-20.

El buen andar de los juveniles, que por primera vez jugarán unas semifinales de una Copa del Mundo de fútbol al derrotar al poderoso Brasil 3-2 generó un movimiento inédito para la comunidad israelita en Argentina, la más grande en un país hispanohablante con unos 250.000 integrantes.

 

Actualmente, la comunidad israelita en Argentina es la más grande en un país hispanohablante

 

Ini nació en Buenos Aires, pero desde el 21 de mayo, día del debut de Israel en la cita ecuménica, siente una conexión especial con sus ancestros, que llegaron a Sudamérica durante la Segunda Guerra Mundial.

Otros miles de hombres y mujeres, adolescentes y niños vistieron con orgullo camisetas y banderas israelíes en los estadios de La Plata, Mendoza y San Juan. En algunos partidos han llegado a ser mayoría.

“Es un hito y un sueño para todos nosotros (...) Cuando juega Israel, todas las comunidades, todas las diásporas del mundo se van a mover para verlos”, remarcó el vendedor en una tienda deportiva, de 33 años.

Con una campera azul y la palabra “IRSAEL” escrita en el pecho, Ini viajó hasta al Bicentenario de San Juan, a más de 1.000 km de Buenos Aires, donde su selección selló el pasaje a semis ante Brasil (3-2) y ahora espera rival, el cual saldrá del choque Estados Unidos y Uruguay.

Los dirigidos por el DT Ofir Haim han correspondido a ese apoyo al conseguir su mejor resultado en Copas del Mundo: fase de grupos en el Mundial de mayores de México 1970 y el actual en Argentina, donde sus jugadores se sienten locales.

“SE REVOLUCIONÓ“

La presencia de Israel en la actual Copa del Mundo levantó ampollas en la previa. Indonesia, la sede original del torneo y cuya población es mayoritariamente musulmana, anticipó que no estaba dispuesta a recibir a esa delegación cuando faltaban algunas semanas para la inauguración.

Ambos países no tienen relaciones diplomáticas en medio del conflicto palestino-israelí. A última hora, la FIFA le dio la organización a Argentina, donde la comunidad judía está asentada desde principios del Siglo XX y tiene equipos tanto en las ligas de básquet como en las de voleibol.

“Cuando nos enteramos que iba a venir Israel la comunidad se revolucionó“, recuerda Ini, quien estará atento a lo que suceda hoy, a la espera del próximo rival de los suyos.

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