En medio de la negociación el FMI pidió "ajuste fiscal y unificar el tipo de cambio" en Argentina

Así lo señaló en su Reporte del Sector Externo

El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que la Argentina debe unificar el tipo de cambio, fortalecer las reservas, tener una política monetaria restrictiva y eliminar en forma gradual los controles de capitales para fortalecer sus reservas y sus cuentas externas.

Así lo señaló en su reporte External Sector Report (ESR) en el que analiza la situación de la cuenta corriente de sus países miembro denominado “External Rebalancing in Turbulent Times”. Sobre la Argentina, indicó que “la posición exterior en 2022 era más débil que el nivel implicado por los fundamentos a medio plazo y las políticas deseables”. El reporte lo preparó el stafff técnico, con “los comentarios y sugerencias de los Directores Ejecutivos tras su debate del 13 de julio de 2023″.

"El fortalecimiento del dólar estadounidense el año pasado a un máximo de 20 años tuvo importantes implicaciones para la economía mundial", sostiene el Informe del Sector Externo del FMI que examina los efectos secundarios de la apreciación de la divisa de Estados Unidos, que "recaen de manera desproporcionada en las economías de mercados emergentes".

Entre las "posibles respuestas de política" que enumeró el análisis, el FMI lista la consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con una política monetaria estricta y un régimen cambiario simplificado.

Esos puntos "siguen siendo esenciales para moderar el crecimiento de la demanda interna, fortalecer la balanza comercial, reconstruir las reservas internacionales, recuperar el acceso al mercado y garantizar la sostenibilidad fiscal y de la deuda externa", enfatizó el estudio en línea con los parámetros que plantea el acuerdo con la Argentina.

En ese contexto, para el FMI "se requieren reformas estructurales para impulsar la capacidad exportadora de Argentina y fomentar la inversión extranjera directa (IED)".  

EL FMI SOBRE EUROPA

El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró hoy que la baja de la inflación “sigue siendo la prioridad” en la zona del euro, por lo que consideró que siguen siendo necesarias las subas en las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BEC)

Según se difundió en la página web del organismo, la inflación en los 20 países de la Eurozona recién volvería en 2026 al objetivo del BCE del 2% anual, pronosticando una tasa del 5,2% para este año, 2,8% en 2024, y 2,1% en 2025.

En ese marco, los directores del FMI coincidieron en que llevar la inflación a esa meta “sigue siendo la prioridad a corto plazo” y que, a tal efecto, es necesario mantener una política monetaria “estricta”.

"La mayoría de los directores subrayaron que se necesita un mayor endurecimiento de la política monetaria", apuntó la institución en su consulta anual –prevista por el artículo IV- que realizó con los países miembro del área.

Además de subas de tasas de interés, los funcionarios señalaron que es necesario que el BCE continúe reduciendo su tenencia de bonos de forma gradual, aunque manteniendo la fijación de tasas como la principal herramienta de política.

Para el FMI, es necesario llevar esta postura no sólo en las medidas monetarias sino también al plano fiscal, y en ese sentido, consideraron “esencial” la reducción de los déficits, especialmente en los países más endeudados.

Para ello recomendaron, entre otros puntos, la eliminación gradual de las medidas de alivio enérgico fijadas el año pasado, tras la fuerte suba de precios que aconteció por la guerra entre Rusia y Ucrania.

En lo que respecta al crecimiento, el FMI fue optimista y evaluó que se recuperará gradualmente, tras el estancamiento que se registra desde la segunda mitad de 2022.

Esto vendrá de la mano de la mano de la recuperación del salario real, un mejoramiento de los constreñimientos en la cadena de suministro, y una demanda externa más firme, incluso pese al endurecimiento monetario.

En sus estimaciones, el FMI prevé un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de la Eurozona del 0,9% para este año, 1,5% en 2024, 1,8% en 2025, y 1,7% en 2026.

De todos modos, el Fondo aclaró que la incertidumbre es “muy alta” y que las “turbulencias en los mercados financieros podría llevar a una contracción en el crédito y a un incremento de la aversión al riesgo”; al tiempo que una menor demanda externa “podría afectar negativamente las perspectivas de crecimiento”.

Lo mismo sucede con la inflación pues, de mantenerse, requeriría un “ajuste monetario por más tiempo”, lo cual pesará en la demanda doméstica.

FMI

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