Ajuste y falta de dólares golpean en la verdulería
Edición Impresa | 23 de Julio de 2023 | 03:04

Atrás quedaron los caprichosos placeres de comer duraznos, frutillas y melones en invierno. Las complicaciones de importar frutas y verduras de otros países, ya sea por los costoso que resulta como por los interminables trámites que hay que hacer, desaniman a los productores e importadores del sector, según sostienen comerciantes del ramo consultados por este diario.
Si bien es cierto que cada vez se recomienda más el consumo de productos de estación por su mejor calidad y menor impacto en el medio ambiente, resulta que la inversión que requiere importar frutas y verduras de “contra estación” es la barrera que se interpone.
“El Gobierno no les entrega los dólares para importar a los productores, pero el otro problema es que cuando tienen que conseguir los dólares para devolver se les hace imposible. Aparte de esto, en estos momentos no tenemos necesidad de importar nada, tenemos de todo en cantidad y calidad”, indicó Marcos Sasso, puestero del Mercado Regional y añadió que “lo que sí se presenta como un problema es que los productores necesitan insumos para la siembra como semillas, fertilizantes y medicamentos que son importados y se complica la producción”, dijo.
Todavía llegan algunas cosas
En ese sentido, el puestero aclaró que “todavía se traen algunas cosas. Por ejemplo entra, muy poca uva de Brasil, la banana como siempre de ecuador Brasil y de Paraguay y Bolivia, y las paltas que las traen de Perú, Brasil y Chile, porque a los argentinos no les gustan las que se producen en nuestro país”.
Por su parte, el productor frutihortícola y puestero Héctor Pestrín, contó que “en cuanto a lo que es niveles de importación, se ha eliminado todo lo que no era de uso lógico por los valores, ya que hay mercadería que es imposible importar porque es muy cara y quedó prácticamente fuera de circulación, como algunas uvas o kiwis que venían de Italia”.
No obstante eso, apuntó que “algunas cosas aparecen en alguna carga que se hace por compromisos entre empresas y porque hay muchos convenios internacionales que se respetan aunque los precios no sirvan. Aunque sucede en muy poca escala”, aclaró.
El panorama indica a Pestrín que “lo grueso, que es lo importante, como la banana, o algunos productos brasileños, no hay problema para la importación. Eso sí, está muy medido, muy controlado. Se saben los volúmenes y la cantidad de dinero que se maneja. No es como en la época de Guillermo Moreno (exsecretario de Comercio), pero tampoco puede elegir el importador la cantidad que quiere traer. Hay que pedir un montón de permisos y la burocracia de papeleríos complica las cosas”, detalló el productor.
Como ejemplo, Pestrín dio los valores de la banana que se importa desde al menos tres países: “La paraguaya tiene un costo de 3.500 pesos y la boliviana está 3 mil, siempre hablando de la caja que trae 20 kilos o más. La ecuatoriana sale 6.500 pesos la caja”.
Algo que destacó este productor es que “no se está detectando faltante de mercadería para que los números se escapen. Lo único que aumentó mucho es la papa. El resto, es más, creo que hay muchos artículos como cítricos, pera, lechuga, acelga o espinaca está por debajo de la inflación porque vale lo mismo que el año pasado o menos. Los artículos están retraídos. Calculo que en septiembre y octubre va a haber repuntes de valores, pero tiene que ver con que llevan varios meses sin aumentar”.
Manzanas y peras
Frente a ese escenario, Sasso enfatizó que “en el sur de nuestro país se tiran las manzanas y las peras. En Corriente se desperdician los limones, por falta de política exportadora, de mano de obra y de infraestructura. Hay que promocionar los productos de estación y nacionales. Porque hoy el público, por ejemplo, quiere consumir frutillas y no estamos en época. Las que se consiguen valen fortunas mientras que las naranjas, pomelos y mandarinas están súper económicas, pero no está el hábito de consumo”.
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