Crece el uso de candados en los medidores de gas

Aumenta en la Ciudad la cantidad de usuarios que colocan candados en los medidores de gas para evitar que se roben los flexibles que luego se venden en el mercado ilegal de metales y deja sin servicio por varios días a quienes se ven afectados por el delito. Esta medida que adoptan los vecinos no es recomendada por la empresa ante posibles contingencias con el servicio, inspecciones y maniobras que tengan que hacer los operarios ante una fuga de gas u otra razón.

En la zona de Parque San Martín, barrio Jardín, La Loma, algunos sectores del centro, Villa Elvira y Altos de San Lorenzo, entre otros, se puede observar que la gente cambia las puertas de los gabinetes de gas y le agrega candados para evitar el robo de una de las piezas que buscan los ladrones para luego venderlo en el mercado ilegal de metales. Les dejan un pequeño espacio descubiero para que el lecturista puede comprobar el consumo del periodo a facturar.

Tal como ha informado este diario en varias oportunidades, el robo de metales no afloja en la Ciudad. Tanto los flexibles de los medidores de gas, como el robo de cables del servicio de energía eléctrica y del servicio de telefonía fija, y el robo y destrucción de equipamiento de la empresa ABSA, suceden casi a diario y perjudican a los usuarios de los distintos servicios básicos.

FLEXIBLES

Lo de los medidores de gas los autores del delito buscan el flexible que tiene cobre -el resto del equipamiento es practicamente de plástico- y con eso genera fuga de gas y afecta al servicio domiciliario.

En la empresa recomiendan no llegar al punto de ponerle un candado al medidor por varias razones: el lecturista, además de chequear el consumo, observa si hay alguna irregularidad en el medidor y el operario tiene que acceder a la llave de paso o válvula de corte ante alguna contingencia que pueda haber, como olor a gas o fuga del fluido”.

Se sabe que en la mayoría de los casos de los vecinos que colocan candados a las puertas de los gabinetes de gas, dejan una “ventanita” para que se pueda leer el consumo del periodo a facturar. De todos modos, esa medida de seguridad extra que adoptan los usuarios, tampoco está permitida.

También se advierte que en caso de detectar olor o alguna otra anomalía el operario de la empresa Camuzzi tendrá que romper la puerta para acceder al equipo y el costo será mayor para el usuario que intentó protegerse de los robos y evitar quedarse sin gas.

El avance de los robos y la inseguridad generó estas medidas de sobreprotección, no permitidas por los protocolos que rigen el servicio de gas.

Los robos de medidores totales o parciales comenzaron a originarse a fines de los años 90, y se intensificaron luego de 2001.

Recomiendan no utilizar candados para proteger los gabinetes de los medidores de gas

Con el tiempo, se fueron modificando los medidores para hacerlos con otros materiales, de menor valor para conseguir mayor seguridad.

Desde hace varios años La Plata está entre las ciudades con mayor cantidad de casos de robo de piezas de los medidores de gas. Según datos que brindó la empresa en oportunidades anteriores, La Plata está junto a Bahía Blanca, Mar del Plata y Olavarría, entre otros distritos en los que esta clase de episodios avanza sin freno.

Ante la ola de casos, muchos vecinos justifican sus medidas de sobreproteger su equipamiento, llegando a tal punto de no cumplir con los protocolos del servicio.

“Me robaron varias veces el medidor o parte del medidor. Eso significó estar varios días sin servicio, a veces hasta una semana. No quiero que vuelva a suceder. Estamos atentos para ver si pasa el empleado que hace la lectura para facilitarle la lectura y la inspección del medidor. Otra no nos queda”, dijo un vecino de Villa Elvira.