Massa acordó medidas de ajuste para recibir fondos

Además de la ya aplicada devaluación fiscal habría aumentos en los servicios. El FMI criticó la política económica

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El Gobierno hará correcciones en la economía luego del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que derivará en el préstamo de U$S7.500 millones y la fecha de estos cambios sería para agosto, luego de las elecciones PASO.

A la ya anunciada devaluación fiscal y a los anuncios de aumentos del 150% anual en las boletas de luz y gas, se le sumarán otros ajustes que según el informe del FMI estarán basados en un “paquete de políticas con un conjunto secuencial de medidas para reconstruir las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, protegiendo al mismo tiempo la infraestructura crítica y el gasto social”.

Luego de dar a conocer la concreción de un principio de acuerdo, el Gobierno lanzó un paquete de medidas cambiarias e impositivas para resguardar las reservas. Entre ellas, el encarecimiento del dólar ahorro y las importaciones, además de un nuevo “dólar agro” para incentivar las liquidaciones de las economías regionales. No obstante, las novedades respecto del dólar son solo la “punta del iceberg” del proceso que permitió renovar el pacto con el FMI.

El dinero que girará el FMI no podrá ser utilizado para intervenir en el mercado y controlar el precio del dólar, con excepción de casos de emergencia, según trascendió. Sin embargo, el Ministerio de Economía había indicado ayer que el Fondo había “aprobado las facultades de intervenir en los mercados para asegurar su normal funcionamiento”.

El Banco Central no cuenta actualmente con reservas suficientes para intervenir en el mercado ni para pagarle al FMI los vencimientos de la próxima semana (U$S 3.200 millones). El monto que el Fondo enviará en agosto estará en sintonía con los vencimientos que el país deberá enfrentar hasta octubre (U$S6.400 millones). La deuda en intereses será de unos U$S800 millones.

Además, el FMI lanzó un duro comunicado donde criticó las políticas económicas argentinas y afirmó que la postergación en reducir los subsidios y dejar que el dólar tenga un valor real, “han contribuido a una fuerte demanda interna y una balanza comercial más débil”.

“Como resultado, no se alcanzaron los criterios de desempeño de finales de junio de 2023 para la acumulación de reservas internacionales netas, el saldo fiscal primario y el financiamiento monetario del déficit fiscal”, dijeron.

Una de las promesas que el Ministerio de Economía hizo en la primera parte del año, pero que incumplió, fue la de no volver a financiar el déficit con emisión.

Esta, entre otras razones, causó una demora en las conversaciones entre el FMI y la Argentina, estirándolas a lo largo de diez semanas para destrabar el desembolso que suponía la quinta revisión del programa de Facilidades Extendidas.

Pero otro de los argumentos de Economía ante el FMI para demostrar el “esfuerzo” fiscal que se está haciendo fue que el rojo fiscal se redujo respecto de 2022. El año pasado, el desequilibrio financiero había sido del 2,4% sobre el PBI, y el primario de 1,8%.

También se indicó que las asignaciones familiares cayeron 40%, la asignación por hijo 12% y las jubilaciones 8%, siempre en términos reales.

Y se enumeró, además, que las transferencias a provincias bajaron 23%, las pensiones no contributivas 19%, los subsidios la energía 15% y al transporte 22%.

 

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