¿Mala praxis veterinaria en La Plata? Dejó a su gata para castrar, la fue a buscar y se la devolvieron muerta

El felino tenía unos 10 meses y a la dueña le dijeron que “se complicó la intervención”

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Una vecina platense llevó a su gatita de 10 meses a castrar a una clínica veterinaria, que de acuerdo a la denuncia penal a la que accedió este diario, está situada sobre la calle 5, en cercanías de Plaza Italia.

La presentación judicial, se indicó, fue motivada por el resultado de la intervención quirúrgica, a priori, de las más comunes para la especialidad. Sin embargo, en este caso, el felino perdió la vida. Según se informó la Facultad de Veterinaria sería la elegida para la necropsia, clave para la investigación.

Siempre a decir de la exposición que realizó la dueña, cerca de las cuatro de la tarde ingresó en la veterinaria con la gata y la dejó para que la castraran. Y a poco más de una hora, un mensaje de WhatsApp la dejó paralizada.

“Podrías venir a la veterinaria por favor. Tuvimos complicaciones con la castración. La doctora quiere hablar con vos”, fue el texto aportado por la denunciante al cuerpo de su presentación.

En ese sentido, la mujer mencionó que, una vez que llegó al negocio, la hicieron pasar a un sector de consultorios, donde estaba su gatita, muerta.

Ahí fue cuando, siempre en base al relato de los hechos que realizó la mujer, le informaron que al animal lo habían sedado antes de la anestesia y que le agarró un paro cardíaco.

Incluso, lo que más sorpresa le trajo, fue el dato que supuestamente estaba embarazada.

Sin embargo, la mujer mencionó que en la revisión previa a concertar la fecha de operación, nunca le dijeron que la gata podía estar preñada.

En ese punto, la dueña de la gata amplió lo que le habían dicho en la veterinaria: “Me comentaron que como la gata tenía 10 meses no había necesidad de hacerle estudios. Y ahora resulta que estaba embarazada”.

También destacó que un ayudante de la doctora le aportó el dato de que podía haber sido algo genético lo que causó el deceso del felino.

En esas circunstancias, tan dolida como indignada, la mujer se llevó a la gata en una caja y acudió a una dependencia policial para radicar la denuncia.

La causa recayó en la UFI Nº 6 de Juan Menucci, que justo es la repartición judicial especializada en maltrato animal.

De todas formas, por el momento, más allá de la cuestión jurídica y el marco normativo aplicable, la decisión sería ordenar que se le practique al felino una necropsia para certificar qué provocó su muerte.

En ese sentido, de ese informe técnico seguramente surgirán elementos de interés para la investigación, todo apuntado a conocer si pudo existir responsabilidad profesional en el resultado muerte o si se trató de una situación tan imprevisible como posible en una práctica de esas características.

En principio, la estadística marcaría un inmenso porcentaje de intervenciones que no sufren complicaciones.

Por todo esto, la dueña de la gata decidió impulsar la acción contra los responsables de la veterinaria.

ÁNIMOS ALTERADOS

No es la primera vez que en La Plata se producen situaciones violentas a partir de la atención de mascotas.

Hace pocos días, en Tolosa, una mujer rompió el frente de una veterinaria, cansada de esperar que la hicieran pasar.

En un ataque de ira, pese a que intentar calmarla, empezó a golpear los vidrios de la entrada y terminó aprehendida y, toda llena de sangre, producto de los cortes que sufrió.

En Villa Elvira, por su parte, ya a finales de 2022, una mujer de nacionalidad rusa que vive desde hace poco más de tres años en La Plata contó el difícil momento que vivió después de llevar a castrar a su gato a esa veterinaria.

Hasta ese momento el animal se veía sano y activo. “El gatito era muy lindo, muy amigable. Era como mi hijo, mi amigo, siempre respondía a mis llamadas. Dormía conmigo”, contó para graficar el fuerte vínculo que mantenía con el felino.

El animal no presentaba ningún problema de salud, pero como ya había cumplido dos años, su dueña decidió que era un buen momento para encarar su castración, que también salió de la peor forma.

Incluso, el centro médico veterinario, en medio del escándalo que se armó y algunas irregularidades detectadas por aquel entonces, terminó siendo clausurado de manera preventiva.

 

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