Inquieta la situación de la Cruz Roja venezolana

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La Cruz Roja internacional expresó ayer su “seria preocupación” sobre la independencia del poder judicial de Venezuela luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) destituyera al presidente de esta organización en la nación caribeña. La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC), con sede en Ginebra, está “al tanto de la implicación de las autoridades gubernamentales en la reorganización de la dirección y del consejo de administración de la Cruz Roja venezolana”, afirmó la organización.

“Cualquier intervención gubernamental en nuestras Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja suscita serias preocupaciones en cuanto a su independencia y trabajo humanitario (...) y será tratado con la mayor importancia”, subrayó.

Una sentencia divulgada el viernes pasado por el TSJ ordenó “el cese” del presidente de la Cruz Roja Venezolana, Mario Villarroel, de 75 años, que llevaba 45 en el cargo. La autoridad judicial acusó a Villarroel de “acoso y maltrato” a voluntarios y trabajadores.

La medida fue tomada después de que Diosdado Cabello, número dos del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) acusara a Villarroel de “conspirar” contra el presidente Nicolás Maduro y de “actividad mafiosa” en el manejo de fondos.

El máximo tribunal designó a Ricardo Cusanno, expresidente de la patronal Fedecámaras, como responsable de reorganizar y modernizar la estructura y el funcionamiento de la organización.

La IFRC, que supervisa a 191 Sociedades Nacionales, dijo que tiene “sus propios mecanismos para abordar situaciones en las que pueda considerarse que una Sociedad Nacional miembro incumple nuestros principios fundamentales”.

La organización aseguró asimismo que “esta semana enviará a Caracas a altos funcionarios que se unirán a su delegación permanente en el país para ocuparse de los acontecimientos en curso”. La IFRC afirmó que su máxima prioridad era “proteger el rol fundamental de la Cruz Roja Venezolana y de sus voluntarios y personal en el país”. “Su acción humanitaria neutral, imparcial e independiente es esencial para salvar vidas”, sentenció.

La ONG de derechos humanos PROVEA, en tanto, consideró la intervención un “precedente peligroso” para organizaciones independientes.

 

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