“Bolero criollo”: el regreso de un clásico que destila realidad

Escrita y dirigida por Ruben Monreal, la descarnada obra vuelve con su radiografía de las miserias humanas

Edición Impresa

A 22 años de su estreno, “Bolero criollo”, el crudo grotesco escrito y dirigido por Ruben Monreal, volverá este sábado a la cartelera una vez más, y lo hace con un texto de gran vigencia que se presenta como una metáfora sobre las conductas autoritarias con las que nos hemos acostumbrado a convivir.

“Los argentinos somos como el mito de Sísifo: empujamos, empujamos, empujamos y después viene la piedra”, analiza, en diálogo con EL DIA el autor y director sobre uno de los motivos que llevaron a su obra a convertirse en un clásico de la cartelera platense, en donde se estrenó en 2001, antes del estallido social. Y aunque Monreal admite que en la creación de esta obra fueron cuestiones “más generales, universales” las que lo inspiraron, el público asoció su texto a los hechos que vendrían en aquel fatídico diciembre y “Bolero criollo” tomó una dimensión impensada.

Seis años en cartelera con entradas agotadas en esta ciudad y otros escenarios del país, y con funciones en España y en Cuba, “Bolero criollo” logró interpelar a espectadores de sociedades diferentes que tuvieron lecturas muy disímiles. Es que “el malo puede ser Videla o puede ser Castro, según como se lo mire, porque la obra habla del autoritarismo, que no tiene color político, y que es una porquería y una forma de relacionarse que sería bueno que empezara a disminuir”, asegura Monreal.

Hambre, desamparo, miedo, despotismo y canibalismo, contenidos en un espacio físico que se asemeja a un basural, son algunos de los elementos con los que juega fuerte esta obra en la que cuatro marginales bailan hasta el cansancio, y por varias décadas, el famoso Bolero de Maurice Ravel, soñando con triunfar y ser reconocidos, aunque el sueño parezca inalcanzable.

Monreal, que se define como “un obsesivo sobre lo reiterativo”, una obsesión que no ha dejado de llevar a las páginas, cuenta que en la génesis de esta obra mucho ha tenido que ver su pasión por Samuel Beckett, su norte en lo teatral, y en especial el clásico “Esperando a Godot”, con “esa reiteración en la esperanza de que alguien venga a ayudarte, a salvarte, alguien que te venga a sacar del pozo; algo que es terrible y un tema que a mí me gusta mucho”. Y el Bolero de Ravel, con una melodía que se repite in crescendo de manera obsesiva y dramática, era ideal para graficar el loop desesperante en el que quedan atrapados los cuatro marginales, soñando con salir de la oscuridad aún sabiendo que nunca iban a alcanzar la luz.

Alejandro Orduna -el único actor del elenco original-, Carmen Accattoli, Juan Franzese y Diana Porto protagonizan esta nueva versión de “Bolero criollo” que sube a escena con toda la crueldad pero atravesada por el humor, ese humor punzante, denso y lastimoso que nos lleva a reír, sí, pero muchas veces sin saber de qué. “Es un acto de defensa que tienen los humanos para presenciar sus miserias”, dice Monreal, que está en pleno proceso creativo de dos nuevas producciones: “Atacama”, otro grotesco sobre cinco docentes que ponen en el desierto una carpa blanca para reclamar sobre sus derechos y los de todos; y “Cinco herencias”, en la que, como en “Bolero”, volverá a retrarar a gente que espera (en este caso en un cabaret derruido) que alguien los vaya a rescatar de la malaria.

La función de “Bolero criollo” será este sábado, a las 21, en Sala 420, 42 entre 6 y 7. Las entradas se pueden reservar en Alternativa Teatral o en la boletería del espacio.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE