Vehículos eléctricos: casos de incendios y peligros para la sociedad

Los problemas originados por el mal uso de estos rodados, o por los daños en sus baterías, son una preocupación para la sociedad. Cuidados a tener en cuenta para evitar las peores consecuencias

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En el mundo de la movilidad sustentable, las bicicletas eléctricas se han convertido en una alternativa popular, respetuosa con el medio ambiente y económicamente redituable. Pero no es la única opción a la hora de elegir un vehículo que no use combustible para su funcionamiento: es cada vez más frecuente ver monopatines y motos eléctricas. Impulsadas por baterías de litio, este tipo de transporte ofrece algunas ventajas que no pasan desapercibidas para los consumidores.

En primer lugar, ayudan a reducir la huella de carbono, ya que generan cero emisiones, lo que significa que no emiten gases de efecto invernadero, contribuyendo así a combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire. Además, producen menos contaminación acústica ya que los vehículos eléctricos prácticamente no hacen ruido.

Por otro lado, tienen un mantenimiento considerablemente menor en comparación con los vehículos de combustión interna. Las fallas y los costos de reparación son mucho menores. Lo que es más, también es menor el gasto de consumo ya que la electricidad suele ser más accesible que los combustibles. Esto los convierte en una opción más económica a largo.

Un beneficio adicional es su tamaño compacto y su capacidad para maniobrar fácilmente en espacios reducidos. Esto es especialmente valioso en entornos urbanos densamente poblados, donde los vehículos eléctricos pueden encontrar lugares de estacionamiento más fácilmente y evitar los embotellamientos.

Sin embargo, el uso creciente de baterías de litio ha llevado a un aumento en los informes de incendios y explosiones asociados con su carga y manipulación. Estos incendios pueden ocurrir por diversas causas, como defectos de fabricación, daños en las celdas, sobrecalentamiento o cortocircuitos. Además, pueden ser difíciles de extinguir y generan gases tóxicos.

La tecnología de litio se ha destacado por su ligereza y alta densidad energética, lo que ha hecho que sea la elección preferida para las bicicletas eléctricas. A diferencia de las baterías de plomo y níquel, las baterías de litio tienen una menor propensión al “efecto memoria” y un ciclo de vida más largo. Sin embargo, estos beneficios también conllevan riesgos potenciales si no se utilizan y mantienen correctamente.

Uno de los principales momentos de riesgo ocurre durante el proceso de carga. Aunque la mayoría pueden recargarse fácilmente en una toma doméstica, el sobrecalentamiento durante la carga puede ser peligroso. En casos aislados, la batería puede incendiarse o explotar debido a la sobrecarga o daño mecánico. Además, algunos usuarios han informado de manipulaciones indebidas, como caídas o golpes, que han provocado problemas con las baterías.

Para evitar estos riesgos, los expertos en seguridad recomiendan una supervisión periódica del estado de la batería, especialmente después de posibles impactos o accidentes. Es de suma importancia mantener bajo control las baterías durante el proceso de carga, momento en el que pueden representar un mayor peligro.

Aunque los incidentes con baterías son poco frecuentes en comparación con la cantidad en uso, los recientes casos han llamado la atención sobre la importancia de la seguridad. La causa de estos incidentes ha sido atribuida a la manipulación de las baterías, destacando la necesidad de una correcta utilización y compra de baterías de calidad.

Algunos casos

Uno de los casos más recientes y dramáticos, que causó mucha conmoción, fue el de una bicicleta eléctrica que se prendió fuego mientras estaba cargando en un departamento de la ciudad de Buenos Aires, en marzo de este año. El dueño de la bicicleta sufrió quemaduras graves y tuvo que ser trasladado al hospital. Según los bomberos, la causa del incendio fue un cortocircuito en el cargador o en la batería.

Uno de los casos más graves se produjo en 2020, cuando un auto Tesla Model S se incendió en un garaje en Buenos Aires. El incendio causó daños por valor de varios millones de pesos, e incluso obligó a evacuar el edificio. En otro caso, un monopatín eléctrico se incendió en las manos de una mujer en la ciudad de Córdoba. La mujer sufrió quemaduras de tercer grado y tuvo que ser hospitalizada.

También se han registrado casos de incendios de monopatines eléctricos en distintas partes del país, como en Rosario y Mar del Plata. En algunos casos, los incendios se produjeron mientras los monopatines estaban en uso, lo que puso en riesgo la vida de sus conductores y enciende las alarmas. En otros casos, los incendios se originaron mientras los monopatines estaban guardados o cargando en lugares cerrados, lo que generó daños materiales y ambientales.

Otro caso paradigmático fue el del tren carguero que se incendió frente a la costa de Estados Unidos el pasado 29 de julio, que incluso dejó un saldo de un muerto y varios heridos. El fuego se habría originado por la batería de un auto eléctrico que estaba siendo transportado junto con otros 4.000 vehículos de alta gama. El incendio duró más de 72 horas y no pudo ser controlado por los bomberos, que terminaron por evacuar el barco.

Las motos eléctricas también son una opción sustentable / Freepik

 

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