Un mercado con errores de diagnóstico y la búsqueda contrarreloj de un arquero

Ventas rápidas, llegadas lentas y la sobrevaloración de lo propio llevaron al Lobo a tener que barajar y dar de nuevo frente a once finales

Edición Impresa

Aún más que el opaco final de la era Chirola, con once partidos sin ganar. Gimnasia paga el mercado de pases. Rápido para las ventas de Ignacio Miramón y Alan Lescano, lento para reforzar a un plantel que necesitaba llegar a la orilla en agosto para incorporar soluciones de experiencia para el equipo. Poco y nada de eso pasó.

El cambio de entrenador modificó también el paradigma. Madelón y Romero son distintas desde la experiencia y también de lo que buscan de un equipo. Así, mientras Chirola tenía una idea de juego con presión y búsqueda del partido sin plan B, Madelón ve el fútbol primero desde la seguridad defensiva y luego desde las variantes de ataque para su equipo.

A Sebastián Romero la sucesión de malos resultados le quitó convicción de sus jugadores para llevar adelante el libreto. Perdió sus mejores virtudes, vinculadas a la presión en campo contrario, y mostró toda su fragilidad defensiva. Gol del rival, partido perdido, fue una máxima creciente a lo largo de la temporada. Solamente dio vuelta el clásico (¡nada menos!) y logró empates luego de arrancar en desventaja contra Independiente y Talleres. Demasiado poco para un equipo que promediando el campeonato pasado pareció insinuar algo más.

De esa insinuación de mejoría y de las diferencias entre el cuerpo técnico, la secretaría técnica y la dirigencia se malnutrió el mercado de pases. Llegaron entonces Lucas Castro y Pablo De Blasis por una decisión institucional, Matías Abaldo (tema de disputa entre las partes porque no era de la preferencia del CT) y Rodrigo Saravia desde la secretaría técnica encabezada por Marcelo Gauna, mientras que las postreras incorporaciones de Yonathan Cabral y Luciano Gómez son resultado de la coyuntura, apariciones lejanas a la idea original de una dirigencia que prometió minimizar el margen de error en la política de refuerzos y terminó más cerca de las llegadas del perfil Barrales o Rivas que de una búsqueda quirúrgica.

 

El Lobo podrá traer un arquero hasta el martes 12 a las 20, pero deberá irse alguien al exterior

 

Las partes tendrán sus motivos y explicaciones. “No me trajeron lo que pedí” y “No quería lo que traíamos” quedará en la disputa dialéctica, pero ahora hay un nuevo entrenador y su evaluación dista bastante del análisis del cuerpo técnico anterior.

Madelón evaluó la búsqueda de un delantero más, pero finalmente se inclinó por un arquero, aunque su llegada depende de un efecto dominó de buenas noticias. Desde el Lobo deberán necesariamente transferir un jugador al exterior, sea mediante una venta o un préstamo para recién ahí quedar habilitado para incorporar un arquero contra el reloj, teniendo en cuenta que el cierre del libro de pases es el martes a las 20.00.

Fuentes dirigenciales descartaron una eventual salida de un titular, por eso las alternativas principales son Agustín Ramírez y Sebastán Cocimano, los jugadores representados por Cristian Bragarnik, dispuesto a darle una mano a Madelón, quien también es su representado.

El artículo 18 bis de la reglamentación establece que “para poder incorporar el jugador, el Club deberá acreditar que el jugador transferido al exterior figuró en la Planilla de Firmas y Resultado del equipo de Primera Division y/o División Reserva (con contrato profesional debidamente registrado en AFA) en al menos el 25% de los partidos disputados sumando todos aquellos correspondientes al Torneo LPF 2023 y los que se hayan disputado en la COPA LPF 2023 hasta la fecha de la transferencia del jugador al exterior”. O sea, hasta un jugador de reserva que haya jugado poco pero tenga contrato profesional puede abrir la puerta a la llegada de un arquero.

La parte más difícil de la historia es la búsqueda de un arquero de experiencia y que tenga actualidad, que no será un titular de la Liga Profesional ni de los principales equipos del ascenso. Los nombres que han surgido (el boliviano Carlos Lampe y Facundo Altamirano, hoy en San Lorenzo) tampoco asoman como de fácil llegada. Quedan poco más de 48 horas para la definición, por sí o por no.

Gimnasia

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE