El delito quema en Los Hornos: entran a una casa y se llevan la caja fuerte

En un barrio de Los Hornos, la inseguridad es mucho más que una sensación. Es una cruda y acuciante realidad que, según lo denunciado por sus vecinos, los acecha y mantiene atemorizados desde hace tres meses.

En ese lapso, expusieron, “ya robaron en cuatro viviendas”.

Pero al mismo tiempo conviven con una gran preocupación, porque “por las noches sentimos pisadas por los techos”, denunciaron.

LE PUEDE INTERESAR

Piden entre 6 y 8 años de cárcel por la salvaje golpiza en el Centenario

LE PUEDE INTERESAR

Robos en las escuelas, un flagelo sin fin en la Región

¿SEDARON A LOS PERROS?

El último episodio delictivo se produjo en las últimas horas de la tarde del viernes, aunque recién trascendió ayer, en una casa ubicada en la avenida 143 entre 49 y 50.

Cuando este diario llegó a ese domicilio, la familia damnificada presenciaba atenta el partido que la Selección Argentina de fútbol disputaba contra Bolivia, en la altura de la ciudad de La Paz.

Igualmente, Daniel Blanco (67) y su esposa tuvieron la gentileza de interrumpir un momento de disfrute para revivir y recordar otro, que los llenó de bronca e impotencia.

“Fue el viernes pasado, entre las cinco y media y las siete y media de la tarde, justo cuando acá no estaba ninguno de nosotros”, refirió Blanco.

Cuando se le preguntó por dónde ingresaron los delincuentes a la finca, indicó que “se metieron por el fondo de casa y pese a que suelen estar en ese terreno los perros grandes de unos vecinos”.

Al respecto, mostró su extrañeza debido a que esos animales “estaban sedados”, por lo que no pudieron impedir que los ladrones se desenvuelvan sin obstáculos.

Blanco no tiene la certeza de que los perros hayan sido “atontados” con algún somnífero, aunque en el barrio hay quienes están convencidos de que los delincuentes “tomaron ese recaudo para facilitar sus movimientos”.

Asimismo, el damnificado no pudo ocultar su bronca, debido a que “en la parte trasera de la vivienda tenía una puerta de chapa reforzada, que siempre la creí muy segura”.

Sin embargo, pareciera que cuando los delincuentes se ponen como meta entrar a robar, no hay escollos que les resulten insalvables. Sin dudas, no hay nada más duro que la realidad.

”A esta puerta la doblaron toda, posiblemente mediante la utilización de un criquet”, señaló visiblemente indignado.

Tampoco el hombre encontró una explicación lógica para otro comportamiento vandálico protagonizado por los intrusos.

En tal sentido, comentó que “a una puerta corrediza, en vez de abrirla de esa manera, sin ejercer violencia, prefirieron destrozarla”.

“TIRARON TODO AL PISO”

Al momento de mencionar cómo actuaron los delincuentes -cuya cantidad no pudo ser precisada ni por las víctimas del robo ni por la Policía- Blanco consignó que “se movieron principalmente en nuestros dormitorios, donde revisaron los placares, sobre todo en busca de dinero”.

En esa búsqueda, citó, los ladrones no anduvieron con sutilezas para obtener plata y cualquier otro efecto de valor, que pudieran localizar.

“Tiraron todo lo que descartaban al piso. Dejaron todo revuelto, encontramos un desorden absoluto”, acotó.

Interrogado acerca de los faltantes que comprobaron tras el paso de los ladrones por su vivienda, reveló que lo que más lo sorprendió fue que “se robaron una caja fuerte portátil, de 40 centímetros por 40 centímetros y 15 centímetros de ancho”.

Blanco informó que allí guardaban “2.000 dólares y 52.000 pesos, que eran de mi hijo”.

Al margen de esa significativa cantidad de dinero en efectivo, hubo otras pertenencias que están ahora en poder de los amantes de lo ajeno.

“También se llevaron toda la bijouterie de mi esposa, como así también entre seis y siete relojes”, completó.

Seguramente satisfechos con el botín, los delincuentes entonces apuraron la fuga.

Blanco ventiló además que, quienes delinquieron en su domicilio, “usaron guantes de látex”.

“Por eso, cuando vino la Policía Científica no encontró huellas dactilares. Hasta dejaron uno tirado en casa, porque estaba roto”, agregó.

Por otra parte, señaló que “hace 20 años que vivimos acá y el de esta vez fue el único robo”.

TRES CUESTIONES POR DILUCIDAR

Teniendo en cuenta los pormenores de este nuevo caso de inseguridad en Los Hornos, surgen algunos puntos que aún no quedaron dilucidados para las víctimas.

Uno de ellos, es cuánto tiempo permanecieron los responsables del robo dentro del domicilio de 143.

Se sabe por lo pronto que, en base al tiempo que esta familia estuvo fuera de su vivienda, los delincuentes contaron con dos horas de margen para cometer el ilícito.

Otra cuestión sobre la que no hubo precisiones, tiene que ver con la manera en que los delincuentes consiguieron alejarse del lugar tras dar el golpe.

Al parecer, no hubo testigos que pudieran observar si en la calle los aguardaba algún vehículo o si bien se alejaron corriendo y con rumbo desconocido.

A su vez, queda por establecer si el ingreso a dicha vivienda o la huida con el golpe consumado, pudieron haber sido registrados por alguna cámara de seguridad de la cuadra.

Un vocero policial ligado a la investigación del atraco, confió a este diario que “el damnificado comentó en la comisaría que en su vivienda no cuenta con cámaras de seguridad”.

“En cambio -continuó el pesquisa- mencionó que el supermercado que está al lado de su vivienda, cuenta con esos dispositivos. Y que inclusive, una de las cámaras apunta hacia la calle 49”.

“VAN 4 CASAS EN 3 MESES”

Durante la charla con este diario, Blanco no ocultó su fastidio e inquietud debido a que “andan robando bastante por el barrio últimamente”.

Puntualizó al respecto que “con el robo en la mía, ya van cuatro casas en tres meses”.

Nadie puede saber a ciencia cierta -al menos hasta ahora- si estos ataques delictivos le corresponden a una misma banda.

Aunque los residentes en la zona se sienten con la tranquilidad perdida y no lo ocultan. De allí que reclaman mayor presencia policial en las calles.