Salud física: claves para convertir una caminata en un entrenamiento
Edición Impresa | 3 de Septiembre de 2023 | 08:27

En un mundo cada vez más sedentario, la importancia de mantenerse activo y en movimiento se volvió crucial para preservar la salud. Uno de los ejercicios más accesibles y beneficiosos es el simple acto de caminar. Esta actividad demostró tener un impacto profundo en el bienestar, desde la prevención de enfermedades cardíacas hasta la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Según investigaciones científicas recientes, se aportó que no solo la intensidad y duración de las caminatas importan, sino también cómo las realizamos y cuándo las incorporamos en la rutina.
Si se agrega peso en los brazos o los pies, puede incrementarse el gasto energético
Ya sea a un ritmo pausado o a paso acelerado, caminar es una herramienta valiosa para mejorar la salud cardiovascular y metabólica. En ese sentido, de acuerdo a ciertos estudios, se demostró que caminar a un ritmo constante puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y diabetes. Sin embargo, algunas de las nuevas investigaciones sugirieron que aumentar la distancia recorrida durante las caminatas puede estar vinculado a una menor mortalidad y un menor riesgo de cáncer. Además, el incremento de la intensidad de las caminatas puede proporcionar beneficios adicionales.
Más intensidad
Para elevar las caminatas a otro nivel, desde NYTimes consultaron a expertos en el campo. Janet Dufek, profesora de Ciencias de la Nutrición y Kinesiología en la Universidad de Nevada (EEUU), y Martinus Evans, entrenador certificado de corredores y fundador del Slow AF Run Club, brindaron valiosos consejos para hacer que las caminatas sean más efectivas y gratificantes.
Dufek sugirió activar los músculos de la parte superior del cuerpo mientras se realizan las caminatas. Esto puede lograrse llevando pesas de bajo kilaje, realizando ejercicios como flexiones de bíceps o levantamiento de hombros, o incorporando movimientos de brazos como golpes al aire o formas de “T” con el cuerpo. Evans propuso ejercicios similares, pero también señaló que usar botellas llenas de agua puede ser una alternativa viable. Además, advirtió sobre la importancia de realizar movimientos de brazos más enérgicos, como círculos, para involucrar más músculos y añadir variedad.
Utilizar el entorno y variar el terreno
Evans enfatiza sobre la importancia de usar el entorno para aumentar la actividad física durante las caminatas. Propuso detenerse para realizar sentadillas en bancos de parque o levantamientos de pantorrillas. Estas actividades, integradas de manera creativa en la caminata, pueden elevar la intensidad y fortalecer diferentes grupos musculares.
Dufek aconsejó variar el terreno por el que se realizan las caminatas. La elección de superficies desafiantes, como senderos con tierra suelta o arena seca en la playa, puede incrementar la demanda física y ofrecer beneficios adicionales para la salud. Además, cambiar el ritmo y la ruta puede estimular la rutina de ejercicios y evitar la monotonía.
Después de comer
Caminar después de comer no solo es un hábito tradicional para ayudar a la digestión, sino que también tiene efectos tangibles en la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Algunos investigadores descubrieron que, incluso, caminar durante unos minutos después de una comida puede tener un impacto positivo en los niveles de azúcar en sangre, especialmente cuando estos tienden a alcanzar su punto máximo.
Un metaanálisis reciente, publicado en la revista Sports Medicine, examinó cómo es que estar de pie o caminar después de comer afecta la salud del corazón y los niveles de insulina y azúcar en sangre. Los resultados indicaron que tan solo unos minutos de caminata ligera después de una comida, pueden estabilizar los niveles de azúcar en sangre y reducir las fluctuaciones bruscas que pueden contribuir al desarrollo de la diabetes tipo 2.
Caminar después de comer ayuda a controlar el exceso en el nivel de azúcar en sangre
La evidencia acumulada respaldó la idea de que cada pequeña acción cuenta en el camino hacia una mejor salud. Aunque caminar ligeramente puede parecer insignificante, la investigación demuestra que incluso este nivel de actividad puede tener un impacto positivo en la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Integrar mini caminatas en la rutina laboral o después de las comidas puede tener un efecto acumulativo en la mejora de la salud cardiovascular y metabólica.
En última instancia, caminar no solo es una actividad física, sino también una oportunidad para conectar con nuestro entorno y disfrutar del proceso. La diversión y la creatividad son clave para mantenernos comprometidos con el ejercicio y lograr una mejor calidad de vida.
La compañía ayuda a mantener el compromiso de caminar diariamente / Pexels
❑.- Elegir un senderos que tengan desniveles, curvas y obstáculos naturales, como piedras o ramas.
❑.- Llevar una mochila con algo de peso. Unos 5 o 10 kilos pueden ser suficientes para añadir resistencia y quemar más calorías sin lesionarte la espalda.
❑.- Caminar a un ritmo rápido. Intentar mantener una frecuencia cardíaca entre el 60 y el 80% del máximo.
❑.- Incorporar intervalos de alta intensidad cada cierto tiempo. Por ejemplo, caminar rápido durante 5 minutos y luego correr o saltar durante 1 minuto.
❑.- Hacer ejercicios de fuerza al finalizar la caminata. Se puede aprovechar el entorno natural para hacer flexiones, sentadillas, abdominales o tríceps.
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