Haberes previsionales, eje del ajuste en 2023

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El foco del ajuste fiscal de 2023 se centró en las jubilaciones y pensiones. Es lo que viene ocurriendo desde que aceleró la inflación y la fórmula de movilidad quedó desfasada. Las jubilaciones y pensiones contributivas significan el 32% del gasto primario y cayeron, en 2023, 10% en términos reales. Las pensiones no contributivas (2,3% del gasto) cayeron 21,3%.

El pago de bonos no remunerativos con el que el Estado compensa a los haberes mínimos y medio-bajos contuvo parcialmente el ajuste en las prestaciones. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la caída consolidada hubiera sido de 12,4% real si no hubiera habido pagos extraordinarios.

Las jubilaciones cayeron 0,65% del PBI el año pasado. El Gobierno estimó que este año deberían caer otros 0,4 puntos del PBI.

Otra de las partidas que empujaron el ajuste del gasto fue la de las transferencias corrientes a provincias representaron en 2023 el 3,6% del gasto y crecieron 2,6% real. Las transferencias de capital (recursos de la Nación para financiar obras) aumentaron 25,2% anual y siginficaron el 2,3%A de las erogaciones.

Allí se concentrará buena parte del ajuste que anunció el presidente Javier Milei. En este caso, la motosierra no necesita del aval del Congreso, aunque los recursos suelen ser prenda de negociación con los gobernadores, en momentos en que estos se oponen a la suba de retenciones y a tijeretazos que afectarán las arcas provinciales.

Según el IARAF, el déficit primario aumentó desde el 2,3% del PBI de 2022 hasta 2,7% el año pasado. Es decir, algo menos de lo que informó Economía (2,9%). La baja del gasto, de 0,6% del PBI, fue inferior a la caída de los recursos, de 1,1%. El déficit financiero llegó a los 6 puntos del PBI, porque los intereses crecieron 1,14% del Producto en un año.

 

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