Veto blindado: con apoyo del PRO y gobernadores cayó la ley sobre las universidades

El oficialismo logró mantener el rechazo a la norma que buscaba mayor financiamiento al sistema terciario aprobada por la oposición. Fueron clave, también las ausencias  

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La Cámara de Diputados dejó firme el veto presidencial a la ley de Financiamiento Universitario al no haber obtenido la oposición los dos tercios necesarios para mantener la iniciativa que había sido aprobada por el Congreso. Los bloques de Unión por la Patria (UxP), la UCR, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda, Por Santa Cruz, Producción y Trabajo y algunos legisladores monobloquistas lograron reunir 160 votos, pero no fue suficiente.

Con 84 votos, el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA), más el apoyo de bloques afines, logró levantar un muro infranqueable para la oposición. Recibió la ayuda del grueso del PRO -tras el guiño del expresidente Mauricio Macri-; cuatro diputados de la UCR, contrariando a la decisión del bloque; el MID; el bloque tucumano Independencia y Paula Omodeo de CREO.

El resultado se completa con cinco abstenciones y ocho ausencias que fueron también determinantes en la victoria oficialista.

Después de transpirar mucho la camiseta, de fatigar teléfonos de gobernadores y diputados, el Gobierno ganó otra batalla decisiva en el Congreso y mantiene el rumbo fijo con el norte puesto en el equilibrio fiscal.

No le sobró nada: hasta el tuit de Macri, en el que garantizó el apoyo del PRO, las fuerzas de la oposición tenían contra las cuerdas al oficialismo. La intervención del fundador del PRO cambió definitivamente la tendencia: “Pensábamos que, por ejemplo, Silvia Lospennato, Alejandro Finocchiaro y Sabrina Ajmechet iban a ausentarse si el PRO resolvía la libertad de acción”, confesó un diputado de Encuentro Federal.

En el bloque que preside Miguel Pichetto -que fue durísimo en su discurso contra el Gobierno- también hubo movimientos sospechosos; horas antes de la sesión, la cordobesa Alejandra Torres avisó que no concurriría a la sesiones por transitar problemas de salud.

Más alevoso fue el cambio de postura del chubutense Jorge “Loma” Ávila, quien estaba decidido a votar a favor de la universidad pública hasta que recibió el llamado de su gobernador, Ignacio Torres; la orden fue que se ausentara y así lo hizo. Lo del mandatario chubutense no quedó en ese gesto: también operó para que la otra diputada que le responde, Ana Clara Romero (PRO), quien había tenido expresiones de solidaridad con las universidades públicas, votara a favor del veto.

LA MANO DESDE EL PJ

En UxP llamó la atención la ausencia de la catamarqueña Fernanda Ávila, posiblemente inducida por su gobernador, Raúl Jalil, quien para sostener la buena sintonía con el Gobierno tenía que ofrendar algún favor político.

También el tucumano Osvaldo Jaldo instruyó a sus diputados a apoyar el veto y el misionero Carlos Rovira, jefe político del Frente Renovador de la Concordia, hizo lo propio con cuatro diputados de Innovación Federal que se abstuvieron (en agosto habían votado a favor de la Universidad)

Como en la sesión en la que se trató el veto a la ley de movilidad jubilatoria, también en este caso fue determinante la división de la UCR para desnivelar la balanza a favor del Gobierno. Los cinco “radicales con peluca”, como fueron apodados maliciosamente por quienes no perdonan la traición, volvieron a jugar en contra de su bancada.

El “panquequeo” más explícito fue el del misionero Martín Arjol, que en la sesión del pasado 15 de agosto había votado a favor del financiamiento universitario y, sin que hubiesen transcurrido siquiera dos meses, hizo un giro copernicano para respaldar el veto.

Los otros tres votos radicales que acompañaron al oficialismo vinieron de manos de Mariano Campero, Martín Picat y José Federico Tournier, en tanto que Pablo Cervi, que en la mencionada sesión había votado a favor de la ley, en esta ocasión optó por abstenerse. Con que tres de ellos hubieran votado con la oposición se habrían alcanzado los dos tercios y el debate habría continuado en el Senado, donde las previsiones eran bastante favorables para voltear el veto.

Casi en la misma magnitud que la UCR, la fragmentación del voto de Innovación Federal fue clave; pocos días atrás, los ocho diputados del interbloque iban a votar con el resto de la oposición, pero algo sucedió en el medio.

 

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