Los diputados radicales a punto de dividirse

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Una docena de diputados de la UCR preparaban en estas horas las valijas para irse de esa bancada, al no poder alcanzar una mayoría suficiente para expulsar a los “radicales con peluca” acusados de ser “infiltrados oficialistas” en ese bloque.

Los diputados de la discordia son Mariano Campero, Luis Picat, José Federico Tournier, Martín Arjol y Pablo Cervi, aunque algunos indultan a éste último por haberse abstenido en la última votación en torno a la ley universitaria.

Los otros cuatro le dieron la espalda al partido y votaron con el Gobierno para blindar el veto.

Estos cinco ya habían traicionado al bloque al votar en contra de la mejora a jubilados cuando se trató el veto a la reforma previsional.

Las decisiones de estos cinco radicales conversos, que llegaron al extremo de sacarse fotos en la Casa Rosada con Milei, llevó al límite la convivencia interna, que terminó por colapsar, por lo que mañana por la tarde se terminarán de sincerar las posiciones irreconciliables con la ruptura formal del bloque.

La convivencia con los “rebeldes”, que están con Lousteau y Manes, es a todas luces insostenible porque la UCR se enfrenta a un callejón sin salida: o decide sacrificar a esos cinco o los retiene al costo de perder a cerca de 11 diputados nacionales.

Cualquiera de los dos caminos conduce a una pérdida. Desde lo estrictamente matemático, el precio a pagar si se van cinco no es el mismo que si se van 11.

 

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